Autor Anónimo
Perder el tiempo, el dinero y la vergüenza (Sócrates).
Acabar con el hogar, la sociedad y la patria (Eudermann).
Que los hijos pierdan el respeto a los padres y el respeto a sí mismos (Carducci).
Tener desaliento en el trabajo (anónimo).
Trastornar el cuerpo, pervertir los nobles sentimientos y destruir las facultades mentales (Francisco I).
Hacer papeles ridículos y cometer toda clase de vulgaridades (Bismark).
Pedir fiado una copa de ron cuando no se tiene valor de pedir pan para que coman sus hijos (Carlos V).
Ocasionar maltratos, homicidios, accidentes de tránsito y suicidios.
Causar enfermedades como la cirrosis del hígado, el daño cerebral, y el cáncer de boca, de faringe, de laringe, de esófago, de hígado y de pulmón.
El borracho camina hacia la cárcel, el manicomio o el suicidio (texto uruguayo).
"Ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el reino de Dios" (1 Corintios 6:10).