Por Julio César Clavijo Sierra

 

Para la inmensa mayoría de las personas que se catalogan como cristianas, los pasajes bíblicos relacionados con el cabello no tienen ningún significado para el día de hoy, y enseñan que no se deben tomar literalmente sino que se les debe dar un significado simbólico debido a que según ellos, Dios no mira lo externo sino lo interno del hombre. Sin embargo la Biblia nos enseña que Dios no mira solamente lo interno sino también lo externo, pues lo externo debe ser un reflejo de la santidad interior que vive todo cristiano verdadero. 

Justamente, antes de dar estas enseñanzas el apóstol Pablo dice: 

"Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué" (1. Corintios 11:1-2) 

A continuación se presenta un cuadro donde se muestra de manera resumida algunos puntos importantes en la doctrina bíblica del cabello establecida por Dios para el periodo de la gracia o de la Iglesia (Nuevo Testamento). 

El Cabello en el hombre El Cabello en la Mujer
1. Un hombre que quiera vivir en santidad, debe mantener el cabello tal y como lo establece la Palabra de Dios, porque si un hombre ama a Dios debe guardar la Palabra de Dios. Si alguien dice que ama a Dios y no guarda sus mandamientos es mentiroso (1. Juan 2:3-4, 1. Juan 2:15, Juan 14:15, 14:23) 1. Una mujer que quiera vivir en santidad, debe mantener su cabello tal y como lo establece la Palabra de Dios, porque si una mujer ama a Dios debe guardar la Palabra de Dios. Si alguien dice que ama a Dios y no guarda sus mandamientos es mentiroso (1. Juan 2:3-4, 1. Juan 2:15, Juan 14:15, 14:23)
2. El cabello de los hombres cristianos, es una de las marcas que Dios usa para distinguir a los hombres de su iglesia de los hombres de las falsas iglesias (1. Corintios 11:16). Dios siempre ha insistido en que su pueblo se separe del mundo. Los cristianos como un pueblo escogido debe mantener puntos de separación tanto externos como internos. 2. El cabello de las mujeres cristianas, es una de las marcas que Dios usa para distinguir a las mujeres de su iglesia de las mujeres de las falsas iglesias (1. Corintios 11:16). Dios siempre ha insistido en que su pueblo se separe del mundo. Los cristianos como un pueblo escogido debe mantener puntos de separación tanto externos como internos.
3. El cabello de los hombres debe demostrar una conducta modesta, casta y respetuosa (1. Pedro 3:2). La modestia y el respeto, no excluyen el aseo y la buena presentación, por el contrario los reafirman. El hombre no debe tener peinados ostentosos (1. Pedro 3.3) 3. El cabello de la mujer debe demostrar una conducta casta y respetuosa (1. Timoteo 2:9, 1. Pedro 3:2). La modestia y el respeto, no excluyen el aseo y la buena presentación, por el contrario los reafirman. La mujer no debe tener peinados ostentosos (1. Pedro 3.3)
4. El cabello corto de un hombre es un símbolo de su autoridad. El hombre es un tipo de Cristo (Efesios 5:22), así el cabello corto del hombre da testimonio de la autoridad que Cristo tiene sobre la iglesia. (1. Corintios 11:7) 4. El Cabello largo de una mujer es una muestra de su sumisión a la autoridad. La mujer es un tipo de la Iglesia (Efesios 5:22-32), y su cabello largo es un testimonio de la sumisión de la iglesia a Cristo
5. El cabello corto de un hombre, le recuerda que él es ante Dios el representante de toda la raza humana (Génesis 1:26, 1. Corintios 11:7) 5. El cabello largo de una mujer, le recuerda que ella procedió del varón y que fue creada por causa del varón (Génesis 2:22, 1. Corintios 11:8-9)
6. La naturaleza le enseña que debe tener cabello corto (1. Corintios 11:14) 6. La naturaleza le enseña que debe tener el cabello largo, en vez de tener el cabello corto o la cabeza rapada (1. Corintios 11:15)
7. Es uno de los métodos que Dios usa para mantener una distinción externa entre el varón y la hembra (Deuteronomio 22:5) 7. Es uno de los métodos que Dios usa para mantener una distinción entre el varón y la hembra
8. Un hombre que ora o profetiza con su cabeza cubierta deshonra a su cabeza (autoridad), que es Cristo (1. Corintios 11:4) 8. Una mujer que ora o profetiza con su cabeza descubierta deshonra a su marido y a Cristo (1. Corintios 11:5, 11:13)
9. Es una lástima que un hombre destruya su santidad con el mismo cabello que debe ser mas bien una señal de santidad. 9. El cabello largo en una mujer es su cubierta, y los ángeles están mirando para ver si ella tiene esa señal de consagración en su cabeza, para ver si ella está consagrada delante de Dios o si por el contrario se está rebelando tal como lo hizo Satanás. (1. Corintios 11:10). Es una lástima que una mujer destruya su santidad con el mismo cabello que debe ser mas bien una señal de santidad.
10. En un hombre el cabello largo es una vergüenza, mientras que el cabello corto es señal de su gloria (1. Corintios 11:7) 10. En una mujer el cabello corto es una vergüenza. Estar así es lo mismo que si se hubiera rapado (que si estuviera totalmente calva). Por el contrario, el cabello largo es señal de su gloria (1. Corintios 11:6-7)
La enseñanza de los apóstoles Pedro y Pablo no es sólo figurada sino real aún para nuestros días. Ellos dieron instrucciones acerca del cabello para los cristianos de todos los tiempos, a fin de que todos nosotros las obedeciéramos siempre. El versículo de 1. Corintios 11:2 nos enseña que debemos obedecer estas enseñanzas tal y como nos las entregó el apóstol y el versículo de 1. Corintios 11:16 nos enseña que no debemos ser contenciosos. 

No podemos ignorar, desechar o tomar de manera ligera a 1. Corintios 11:1-16, pues de lo contrario estaríamos obligados a hacer lo mismo con el resto del capítulo 11 que da instrucciones acerca de la Santa Cena. 

No debemos animar a nadie a desobedecer, nuestro trabajo como miembros de la Iglesia es invitar a los creyentes a obedecer la Palabra de Dios. 

En algunas ocasiones los hermanos y las hermanas desobedecen este principio bíblico relacionado con el cabello, porque no han recibido enseñanzas serias que les indiquen la importancia de esta doctrina y por eso no le han dado el valor que se merece. No basta con decir simplemente – "el hombre debe llevar el cabello corto y la mujer debe llevar el cabello largo" – sino que se debe enseñar esta doctrina de manera detallada y precisa pues así tendremos la seguridad de obedecer la Palabra de Dios. 

Existe cierta polémica, en el sentido de si una mujer cristiana debería cortar las puntas de su cabello o emparejarlo. La experiencia nos enseña que una mujer puede cortar su cabello y aún así mantenerlo largo. No debemos perder de vista que uno de los puntos importantes de 1. Corintios 11:1-16 es la diferenciación entre los sexos, por eso aunque la Biblia no da medidas (o longitudes del cabello), sabemos que el deseo de Dios, es que el cabello de los hombres creyentes sea lo suficientemente corto que lo distinga de las mujeres, y del mismo modo que el cabello de las mujeres creyentes sea lo suficientemente largo que la distinga de los hombres. La Biblia no dice que una mujer creyente no pueda cortarse las puntas o emparejar su cabello; sólo dice que debe mantenerlo largo. En esto también debemos considerar los diferentes tipos de cabello. Los cabellos lisos tienden a crecer más, mientras que los cabellos crespos tienden a crecer menos. Por lo tanto, no podemos llegar a señalar a una mujer creyente que tiene un cabello crespo que no le crece de manera natural más allá de sus hombros.

Existe también otra polémica relacionada con el uso de un velo por parte de la mujer creyente. Sin embargo, la Biblia dice claramente que a la mujer cristiana le ha sido dado su cabello largo en lugar del velo (1. Corintios 11:15). “En lugar de”, significa que el cabello largo reemplaza a cualquier velo, tela o cubierta sobre la cabeza de la mujer. La Nueva Versión Internacional dice: “a ella se le ha dado su cabellera como velo”, y la Biblia de Las Américas dice: “a ella el cabello le es dado por velo”. De manera que pedirle a la mujer cristiana algún tipo de velo adicional a su cabello largo, es imponerle algo que no demanda la Palabra de Dios.

Nuestros conceptos personales deben ser dejados a un lado y debemos enseñar la Palabra Profética más segura, pues sólo de esa manera podremos tener la seguridad de hacer la voluntad de Dios.

 

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