Play Video
En Juan 10:30 Jesús se identificó como Dios el Padre, pues al decir: «Yo y el Padre uno somos», indicó que Él es el único Buen Pastor de Israel manifestado en la carne para dar su vida por sus ovejas. Por eso da lo mismo decir que las ovejas están en las manos de Jesús, que en las manos del Padre (Juan 10:27-30).