Por Edwing López
Recibí la siguiente pregunta de un hermano en la fe.
“Rev. Edwing López, junto con saludarle me presento… vivo en Santiago de Chile, soy cristiano desde hace un tiempo y con la ayuda de Dios me congrego en un Iglesia Unicista, creo en la unicidad de Dios, sin embargo tengo algunas dudas que me gustaría aclarar con su ayuda:
¿Cómo puedo ver la unicidad en este versículo?: "Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono…" (Apocalipsis 5:7).”
Apreciado Hermano. Te saludo en el glorioso Nombre de Jesús
Quiero dar contestación a tu pregunta sobre Apocalipsis capítulo 5:7
Primeramente debes de entender que el libro de Apocalipsis es altamente de contenido simbólico. Segundo este pasaje de Apocalipsis capítulo 5 donde aparece uno sentado en el trono y un cordero como inmolado, con siete cuernos, y siete ojos tomando un libro de la mano derecha del que está sentado en el trono es simbólico.
¿Significa esto que hay dos personas en Dios? Por supuesto que no.
Juan no vio al Espíritu invisible de Dios sentado en el trono. Dios es Espíritu (Juan 4:24) y Jesús dijo que un espíritu no tiene carne, ni huesos (Lucas 24:39). También podemos decir que Juan no vio al Espíritu invisible de Dios, porque Juan mismo dijo que ningún hombre había visto a Dios; "A Dios nadie le vio jamás" (Juan 1:18). En 1. Juan 4:12 nos sigue diciendo Juan: "Nadie ha visto jamás a Dios".
Además según el apóstol Pablo en su primera carta a Timoteo, dice: "el único Dios que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver…" (1 Timoteo 6:16).
Veamos como todo el lenguaje de este pasaje sigue siendo simbólico.
Primero se nos dice que uno de los ancianos se le acerca a Juan quien está llorando y le dice; "No llores. He aquí el león de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos" (V. 5). Ahora en el siguiente versículo seis, Juan cuando mira ve un cordero como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos. Los siete ojos simbolizan los siete Espíritus de Dios, en otras palabras la omnisciencia de Dios que significa conocimiento de antemano. Mientras que los siete cuernos simbolizan la plenitud del poder de Dios porque cuerno en la Biblia significa poder. Aquí todo el lenguaje es simbólico y es por eso que el anciano dice "He aquí el león", mientras que Juan cuando mira, solo ve "un cordero."
Ahora, aquí hay dos preguntas importantes que debemos contestar si queremos entender este capítulo 5 de Apocalipsis. Primero ¿Quién es el que está sentado en el trono? Y segundo ¿Quién es el cordero?
Sabemos que Dios es Espíritu, que un espíritu es invisible, que un espíritu no necesita sentarse y que por ultimo Juan no vio al Espíritu de Dios sentado en un trono. Aquí lo que estamos viendo es una distinción entre lo que es la Deidad de Jesús (como Dios) y la humanidad de Jesús como cordero, como hijo de Dios. El que está sentado en el trono se describe como "el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir", (Apocalipsis 4:2 y 4:8).
Sabemos que Dios es uno, un solo Ser Supremo; y que en ningún momento este pasaje bíblico se refiere a dos seres (o personas divinas) que componen un Dios.
Cuando hablamos de Dios, decimos que Dios es Él, pero nunca debemos de pensar que Dios es “Ellos”. Por lo tanto, el que está sentado en el trono es Jesús en la plenitud de su Deidad, como el "el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir." Esto es lo que dice Apocalipsis 1:8 donde Jesús se describe a Sí mismo como "el Señor, el que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso."
Además en Apocalipsis capítulo 1:11-18, Jesús en su Deidad se le revela al apóstol Juan de tal manera, que Juan dice que el que le hablaba era semejante al Hijo del hombre. En otras palabras Juan conocía muy bien al Jesús humano, pero nunca lo había visto en la plenitud de su poder y Deidad. Jesús se le revela a Juan diciendo:
"Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:11-18).
Esta experiencia fue tan tremenda para Juan, que cuando ve a Jesús como Dios, como el Padre eterno, dice: "caí como muerto a sus pies." "Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último." En otras palabras: “Juan, Yo soy el Espíritu Santo manifestado en carne", "Yo soy Jehová de los ejércitos manifestado como Jesús", "Yo soy el Dios invisible vestido de humanidad". No busquen a dos, no busquen a tres, pues "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último". "Oye Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es."
Ahora ya sabemos quién es el que en Apocalipsis 5 está sentado en el trono. Es Jesús en referencia a su Deidad. Entonces debemos de contestar la segunda pregunta. ¿Quién es el cordero que aparece aquí? Es Jesús en su humanidad. Como Hijo, como hombre, como sacrificio, como cordero, él es el Hijo de Dios. El Nuevo Testamento identifica a Jesús como el Cordero que ofreció su sangre para librarnos de nuestros pecados. Juan nos dice en su evangelio: "Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios" (Juan 1:36). Pedro también nos dice: "sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Pedro 1:19).
Por eso Apocalipsis 5:6 describe al Cordero como inmolado (muerto). Dios no podría morir y no murió; solamente la humanidad de Jesús murió. Entonces el Cordero simboliza a Jesús solamente en su humanidad como el sacrificio para el pecado. Dios manifestado en carne, el Dios Espíritu hecho visible a través del velo de su carne, el Cordero. El resto del capítulo 5 también prueba esto al describir al Cordero como nuestro Redentor.
Es evidente que este Cordero no es simplemente un ser humano ordinario puesto que El tiene la plenitud del Espíritu de Dios (tenía siete cuernos, v. 6), incluyendo la omnisciencia y la omnipresencia (siete ojos, v. 6). También tiene otros papeles como el León de la tribu de Judá y como la Raíz de David (v. 5). El León denota el papel real de Cristo y su genealogía del Rey David. Jesús era de la tribu de Judá (Mateo 1:1-3; Lucas 3:33), la cual era la tribu real a partir de la época de David. El León es el símbolo de Judá como gobernador (Génesis 49:9-10). La raíz de David se refiere al papel de Cristo como la fuente de David (Creador) y el Dios de David.
El Cordero de este capítulo 5 representa a Jesús en su humanidad, más bien que como Dios manifestado en carne. La razón por la que el Cordero aparece, es para abrir el libro sostenido por Dios. Se requirió un ser humano para abrirlo, porque Dios nos redimió y se reveló a nosotros utilizando su manifestación en carne humana. Esa manifestación es la que ha revelado a Dios como nuestro Redentor. El Cordero representa la humanidad de Cristo. Ni un solo hombre de esta tierra podía tomar ese lugar, por cuanto todos pecaron. Sólo Dios podía proveer salvación al manifestarse como Cordero.
Podemos concluir que la visión en Apocalipsis 5 representa simbólicamente las dos naturalezas y los dos papeles de Cristo Jesús. Como Padre, Juez, Creador y Rey, Él se sienta sobre el trono; porque en su Deidad Él es el Señor Dios Todopoderoso. Como el Hijo, El aparece como un Cordero muerto; porque en su humanidad Él es el sacrificio inmolado por nuestros pecados. Juan no vio al Espíritu invisible de Dios, pero él sí vio una visión que retrataba simbólicamente a Jesús en el trono en su papel como Dios el Padre y como un Cordero en su papel como el Hijo de Dios sacrificado para el pecado.
Si una persona insiste en que este pasaje es literal y no simbólico, entonces tendría que concluir que Juan no vio a dos personas de Dios, sino al contrario, vio a un Dios en el trono y a un cordero verdadero (a un animal) cerca del trono. Esto no es lógico con el lenguaje simbólico de dicho texto, y más bien revela que son vanas las tentativas de todos los que quieran tratar de demostrar que este pasaje es una prueba de una trinidad o de una cierta pluralidad de personas en Dios.
"En conclusión Apocalipsis capítulo 5 es simbólico en su naturaleza y revela la Unicidad de Dios. Describe a uno en el trono, pero también describe a un león, a una raíz, y a un cordero. ¿Revela esta descripción a cuatro en la Deidad? Ciertamente no. El león, la raíz y el cordero, todos representan en forma simbólica las características y las cualidades del que es digno de abrir los sellos del libro. El león nos dice que Él es el Creador. El cordero nos dice que Él es Dios encarnado y nuestro sacrificio. Solamente en este último papel Él puede ser nuestro redentor y puede abrir el libro. Entonces, Apocalipsis 5 enseña que hay un solo Dios y que este único Dios vino en carne como el Cordero (el Hijo) para revelarse al hombre y para redimir al hombre del pecado" [1]
[1] David K. Bernard. La Unicidad de Dios. Págs. 221-222.
Ver también:
– Al que Está Sentado en el Trono y al Cordero. Apocalipsis 5:13
– ¿Dos Personas divinas en Apocalipsis 5?
– Apocalipsis 5:7 ¿Cómo puedo ver la Unicidad en Este Versículo?
– El Cordero con el Libro en Apocalipsis 5
– El Cordero en Apocalipsis 5
– La Visión del Cordero de Apocalipsis 5, nos Habla Gráficamente del Plan Redentor de Dios