Por Julio César Clavijo Sierra
Por ejemplo, cuando nosotros decimos que Jesús es Dios, los seguidores de los dogmas unitarios (que niegan la Divinidad de Jesús) frecuentemente piensan que nosotros estamos diciendo que Dios es un Dios de carne y hueso. Ese es un error gravísimo. Nosotros entendemos claramente queDios es Espíritu y adoramos al Dios que es Espíritu, pero la carne y la sangre fueron algo que el Dios Espiritual tomó para poder mostrarse o darse a conocer en medio de la humanidad (Hebreos 2:14). Así que LOS UNITARIOS NO PUEDEN REFUTAR NUESTRA CREENCIA BIBLICA por mostrarnos textos de la Escritura que expresan que Jesús es un hombre de carne y hueso, pues eso lo creemos nosotros. Por el contrario, al hacer eso, nos dan toda la razón. La gran diferencia que nosotros tenemos con ellos, es que nosotros entendemos que más que un simple hombre (o un semidiós), Jesús es Dios mismo manifestado en carne (Isaías 9:6, Mateo 1:23, 1. Timoteo 3:16).
Por otro lado, cuando nosotros decimos que Jesús es Dios el Padre, el Único Dios que Existe (1. Corintios 8:6), entonces los seguidores del dogma trinitario, por lo general piensan que nosotros estamos diciendo que Padre es lo mismo que Hijo, lo que también es un muy mal entendimiento de lo que nosotros enseñamos conforme a la Biblia. Por eso LOS TRINITARIOS NO PUEDEN REFUTAR NUESTRA CREENCIA BIBLICA cuando nos muestran textos de la Escritura que nos enseñan que hay diferencias entre el Hijo y el Padre, porque eso lo creemos nosotros. Por el contrario, cuando hacen eso, lo que están haciendo es dándonos toda la razón. Nosotros sabemos muy bien que Hijo no es lo mismo que Padre, pero sí sabemos muy bien y conforme a la Escritura, que Jesús llegó a ser SIMULTANEAMENTE Dios y hombre, Padre e Hijo, Espíritu y carne. Bíblicamente hablando, Padre es una referencia a lo divino de Jesús, mientras que Hijo es una referencia a la manifestación en carne de Dios, incluyendo lo humano de Jesús. Nosotros sí distinguimos entre estos dos aspectos de la identidad de Cristo, pero no los separamos, porque Jesús es Dios manifestado en carne.
Es importante tener esto siempre presente en nuestras conversaciones con los unitarios y/o con los trinitarios, pues la mentalidad de ellos ha sido tan confundida, pensando los unos que el Padre y el Hijo son dos seres distintos, y los otros que son dos personas distintas, que no pueden entender como Dios pudo manifestarse en carne, siendo (el Hijo) un hombre verdadero manifestando por completo a Dios, sin dejar de ser el Dios que siempre ha sido. Ellos piensan que Dios es muy limitado, que para ellos es imposible pensar que Dios pudo haber actuado simultáneamente como Padre y como Hijo. Por eso los unitarios separan a Jesús de Dios, pensando en dos seres distintos, mientras que los trinitarios piensan en dos personas divinas y distintas, y ambos frecuentemente confunden lo divino de Jesús con lo humano de Jesús.
Nosotros debemos tener cuidado de no caer en el mismo pecado que ellos (negando la Deidad de Jesús o pensando en un dios compuesto de divinas personas), y debemos saber estas cosas para ayudarlos a salir de su engaño.