Por Julio César Clavijo Sierra

Una visitante de nuestros sitios web, nos escribió:

 

 
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"Cuando vi su página me llené de mucho gozo, pues me dije: ¡Qué bien! ¡Una página de la Iglesia Pentecostal! Hasta que empecé a profundizar. ¿Sabe? En vez de salir regocijada salí llena de tristeza, al ver que en su página solo encuentro ataques por creer en la verdad de Cristo.

Si bien es cierto que la palabra trinidad no aparece en la Biblia, tampoco aparece la palabra pentecostal, ni tampoco la palabra rapto, y bendito sea Dios, no me digan que tampoco creen que Jesús viene a buscar a su iglesia otra vez. No sé si han leído en la Biblia (en la mía lo dice) que aunque hagamos lo que hagamos, si no tenemos amor de nada nos sirve. En mi Biblia Reina-Valera 1960, en el libro de 1 Juan 5-7 dice: “porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. 2 Juan Capítulo 1 versículo 9 dice, “cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al Padre y al Hijo.”

Espero tengan la cortesía y la amabilidad de leer mi e-mail así como la tendré yo cuando ustedes me envíen su respuesta.

Apocalipsis (este es el ultimo libro de la Biblia) 22-20-21: “El que da testimonio de estas cosas dice: ciertamente vengo en breve. Amen; sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.”
Fiel servidora del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"
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Esta es nuestra respuesta:
 
 
Apreciada señora…, la saludamos en el nombre precioso y santo del Señor Jesucristo, el único Dios de la eternidad que fue manifestado en carne para dar salvación a todos los que acepten su glorioso plan.
 
Nos sentimos honrados de que usted haya encontrado nuestra página web, haya leído parte de nuestros estudios bíblicos, y se haya dignado a darnos sus impresiones sobre los mismos. Eso es bastante bueno, pues hace que se abra un canal de comunicación más personal, que nos permite compartirle con más detalle la razón por la cual nosotros nos pronunciamos tan fuertemente contra el dogma de la trinidad, honrando con todo el corazón la verdad de Cristo. Contraría a su percepción, nuestros escritos tienen el objetivo de exaltar la verdad bíblica y de llamar la atención a los creyentes en la Palabra de Dios para que sean instados a honrar y a obedecer a la Santa Escritura antes que a las tradiciones humanas.
 
Toda persona que ame la Palabra de Dios, deseará obedecerla, porque sabe que sus mandamientos no son gravosos (1. Juan 5:3) sino llenos de bendición para los que los obedecen. Nuestro Señor Jesucristo, Él mismo nos enseñó cuál es el más grande de todos los mandamientos, cuando dijo: “El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento” (Marcos 12:29-30). Un hombre que hablaba con el Señor Jesús, le respondió: “Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas… es más que todos los holocaustos y sacrificios” (Marcos 12:32-33). Jesús aprobó las declaraciones de aquel hombre, pues “viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios” (Marcos 12:34).
 
Como usted puede apreciar, nuestro deseo es obedecer la Palabra de Dios comenzando desde el principio, es decir desde el principal y más grande de todos los mandamientos. Estamos absolutamente convencidos de que hay un solo Dios, y nos oponemos rotundamente contra todo dogma o tradición humana que quiera pervertir el conocimiento de la Unicidad de Dios. Estamos absolutamente convencidos de que la idea trinitaria es una usurpación de la verdad, pues mientras que la Biblia nos enseña en el mayor mandamiento que Dios es uno, la trinidad reclama algo que jamás la Biblia declara, como eso de que hay “un Dios tres personas”. Creemos por tanto que la trinidad es una enseñanza artificial que está engañando a multitudes de cristianos sinceros, que han sido afectados por esa idea extrabíblica y que todavía no han conocido al Dios de la Escritura, pese a que Dios desea traerlos a toda verdad. Hemos entendido que cualquier persona que dice que el Dios de la Biblia es una trinidad, en realidad está pensando más allá de lo que está escrito (1. Corintios 4:6), está añadiendo a lo que está escrito (Apocalipsis 22:18-19) y está reinterpretando la Biblia con el Credo de Atanasio.
 
Por ejemplo, usted ha reconocido que la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia, pero nos dice que el hecho de que esa palabra no aparezca, no quiere decir que la Biblia no se pronuncie sobre ese dogma. Nos dice también que el caso es similar a la ausencia de la palabra “rapto”, que aún cuando no aparezca, no quiere decir que Cristo no vendrá a recoger a su iglesia. En realidad el ejemplo propuesto por usted no es un ejemplo válido, y lo vamos a comprobar.
 
La Biblia habla del arrebatamiento de la Iglesia muy claramente así: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1. Tesalonicenses 4:16-18). También el Señor Jesús lo explicó diciendo: “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3). También el libro de Apocalipsis confiesa: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apocalipsis 22:20). Sin embargo, en ninguna parte de la Biblia podemos encontrar que “Dios exista en tres personas”, o que “haya tres personas distintas y un solo Dios verdadero”. Ninguna parte de la Biblia habla sobre alguna trinidad, por lo cual es un error creer en ese dogma contradictor de la Biblia.
 
La Biblia habla de Dios y lo llama Padre, porque Él es el único Dios Creador de todo cuanto cuánto existe. La Biblia habla de Dios y lo llama Espíritu Santo, porque Dios es Espíritu y es Santo. La Biblia habla del Hijo de Dios, porque el Dios único fue manifestado en la forma de un hombre puro y perfecto para poder redimir a toda la humanidad. En la Biblia, el término Hijo con referencia a Dios, nunca se usa aparte de la manifestación de Dios en carne. Nosotros reconocemos que la Santa Escritura utiliza efectivamente los términos Padre, Espíritu Santo, e Hijo, pero con su uso, nunca declara lo que la trinidad pretende hacernos creer. Por eso es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Los títulos de: el Padre, el Espíritu Santo y el Hijo, simplemente describen a Dios en diferentes maneras de su accionar, pero nunca la Escritura sugiere que se trate de tres personas distintas en un solo Dios verdadero.
 
El dogma de la trinidad, hace violencia a la Escritura para intentar llegar a alguna conclusión trinitaria, pues toma por separado textos que muestran que Aquel Dios que actúa en su condición de Padre posee individualidad y racionalidad. Luego hace lo mismo para cuando Dios actúa como Hijo o como Espíritu Santo, y se detiene mágicamente cuando llega a esta tercera representación, porque ese dogma se aferra desesperadamente al número tres, ignorando que muchos otros textos, presentan al único Dios actuando de otros modos y aún así conservando siempre su individualidad y racionalidad. Así, el dogma trinitario asume erróneamente que Dios consiste de tres personas, pero no entiende que lo que la Biblia hace, es hablar de un solo Dios que es llamado por distintos títulos, cuando cumple sus distintos roles o relaciones para con la humanidad.
 
El error de la forma trinitaria de razonar, es que si nosotros seguimos ese mismo patrón para sacar deducciones, nada nos impediría encontrar a otras cuantas "personas divinas". Por ejemplo, Dios actuando como el Santo de Israel posee su individualidad, su racionalidad y sus emociones (Isaías 1:4, 30:12-15, 41:14, 43:3-5; Salmo 71:23, 78:37, 78:42, 89:20; 2. Reyes 19:22). Aun así, no hay cuatro personas en Dios, sino un solo Dios que ha actuado o se ha dado a conocer como el Padre, como el Hijo, como el Espíritu Santo y como el Santo de Israel. Dios posee muchos títulos que lo identifican, tales como el Altísimo, el Eterno, el Misericordioso, el Pastor, el Salvador, el Perfecto, el Señor, el Verdadero, etc., pero el hecho de que Dios tenga tantos títulos, no significa que haya tantas personas en Dios, según la cantidad de títulos que Él tenga, sino que hay un solo Dios que ha sido conocido de diversas maneras. Como usted puede darse cuenta, la trinidad no tiene base bíblica.
 
En su mensaje usted ha citado un texto bíblico, al que nosotros, los creyentes en la Unicidad de Dios, amamos con todo nuestro corazón (al igual que toda la Escritura). El texto es: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo” (2. Juan 1:9) ¡Esa es una gran verdad! El que tenga a Cristo tiene a Dios, porque Cristo es Dios sobre todas las cosas, pero manifestado en carne (Romanos 9:5). El que persevera en Cristo tiene al Padre y al Hijo, porque Cristo es el hombre perfecto, es decir el Hijo; y Cristo es el Padre Eterno (Isaías 9:6). Como usted puede ver, ese texto lejos de hablar de alguna trinidad, lo que está hablando es del misterio de la Piedad, que el único Dios (y no otro) fue manifestado en carne.
 
Usted también cita a 1 Juan 5-7-8, pero no como fue escrito originalmente por el apóstol Juan, sino que lo cita adulterado con una añadidura apócrifa que ha sido conocida con el nombre de “coma juanina”. El apóstol Juan escribió originalmente: “7 Porque tres son los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.”. Lo que nos enseña 1. Juan 5:7-8, es que los creyentes tenemos un testimonio triple de que Jesús es el Hijo de Dios, y ese testimonio ha sido dado por el Espíritu Santo (que es Dios mismo), por el testimonio que fue dado en el bautismo de Cristo (o testimonio del agua) y por el testimonio que fue dado cuando Jesús derramó su sangre en la cruz (o testimonio de la sangre). Así, hemos demostrado que ningún texto bíblico habla sobre la trinidad, y que para que uno declare que la trinidad está en la Biblia, lo hace por no haber entendido la Escritura.
 
 

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