Por Julio César Clavijo Sierra

Tomado del Libro Un dios Falso Llamado Trinidad, págs 217-219

“Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. 

 


¡Bendito su nombre glorioso para siempre! ¡Toda la tierra sea llena de su gloria! ¡Amén y amén!” (Salmo 72:18-19)
La Biblia Asocia el Número Uno con Dios 
En la Biblia, el uno es el número que se asocia de manera directa con Dios. El uno es el símbolo del propio Creador.

Todo cristiano verdadero que vive en comunión con Dios, todas las veces que piensa en Dios, todas las veces que lo alaba o que ora, todas las veces que se congrega para reconocer la grandeza de Dios, todas las veces que habla de Dios, todas esas veces siempre tiene su mente dominada por el número uno. Según la Biblia Dios es uno (Deuteronomio 6:4), único (Salmo 72:18), eterno (Isaías 40:28) e inmutable (Hebreos 13:8), por eso el número uno aparece enmarcado en nuestra mente como el símbolo del propio creador. Creer de corazón que Dios es uno y nada más que uno, es un requisito fundamental para ser salvo. Jesús es Dios único y no hay más (Tito 2:13). El más grande de todos los mandamientos consiste en entender y en creer que Dios es uno y que debemos amarle con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas.

“Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” (Marcos 12:29-30)

Si alguno dice que es cristiano, pero no guarda ese mandamiento, es mentiroso y la verdad no está en él. Todo cristiano fiel debe tener claro que Dios es uno.

Dios no necesita de ningún otro para ser Dios (Isaías 45:22). ¡El es el número uno, él es lo máximo! Dios es suficiente en sí mismo. No hay otro Dios ni otro Señor y nunca ha existido ni existirá otro igual a él (Isaías 46:9).

Existe una buena cantidad de textos que relacionan el número uno con Dios, por lo cual se demuestra que su simbolismo es real y que está intrínsecamente asociado con Dios.

Colocaremos algunos:

“Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre” (Zacarías 14:9)

“Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.” (Romanos 3:30).

“…no hay más que un Dios” (1. Corintios 8:4).

“Para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre” (1. Corintios 8:6).

“…pero Dios es uno” (Gálatas 3:20).

“Un Dios y Padre de todos” (Efesios 4:6).

“Porque hay un solo Dios” (1. Timoteo 2:5).

“Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan” (Santiago 2:19).

"Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado" (Apocalipsis 4:2). 
Si pasamos al significado ordinal del número uno, vemos que Dios es el origen de todas las cosas, él es el creador y el sustentador, él es la fuente de vida, y sin él nada podría existir.

“Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” (Isaías 44:6).

“Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, yo el primero, yo también el postrero.” (Isaías 48:12). 

De la misma manera, Dios debe ser el primero en nuestras vidas.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33)

El tres no está relacionado con Dios:

En la Escritura, el número tres jamás aparece relacionado de manera directa con Dios, porque como hemos visto, el número que se asocia de manera directa con él es el número uno, pues sólo hay un Dios. Sin embargo, los trinitarios han escrito que el número tres esta asociado con Dios. Curiosamente ese argumento que tanto les gusta a los trinitarios es el que desenmascara como falsa y antibíblica a la enseñanza de la trinidad.

La “teología” trinitaria, llevando la contraria a lo que enseña la Escritura, ha proclamado un mito que dice que el tres es el número Divino y que ese número representa a Dios. Veamos lo que dice un escritor trinitario:

“El número 3 aparece 467 veces en la Biblia. El 3 demuestra combinación en el sentido de unidad, como en la Trinidad: Padre Hijo y Espíritu Santo. Este es un número especial asociado con la Divinidad . Tres veces los serafines claman «Santo, santo, santo», por cada una de las tres personas de la Trinidad (Is. 6:3); también los cuatro seres en Apocalipsis 4:8… 
El tres es llamado «número divino» por ser mencionado con frecuencia en relación con las cosas santas… 
Es fácil ver la ligazón entre el número tres y el número de la Trinidad…” [Énfasis Nuestro] [1]

Dicho escritor afirma que la Biblia hace alusión al número tres en cuatrocientas sesenta y siete oportunidades, y por supuesto, esas son muchas veces. Sin embargo, al momento de asociar al número tres con Dios, no presenta ni una sola prueba directa. Nosotros hemos visto como la Escritura asocia el número uno de manera precisa con Dios, diciendo que Dios es uno, pero por ninguna parte dice que él sea tres o que sea la unidad de tres personas. Uno puede buscar y buscar en la Escritura y nunca encontrará que ella diga que el tres es un número Divino. 

Como la “teología” trinitaria es incapaz de encontrar un texto bíblico que asocie de manera directa el número tres con Dios, entonces hace uso de maromas textuales para aparentemente subsanar dicho inconveniente. Por ejemplo, el artículo anteriormente citado, toma un texto bíblico y lo fuerza a decir lo que el texto no dice. El escritor afirma que debido a que el clamor de los ángeles: "Santo, Santo, Santo" se repite tres veces, esto nos indica que Dios es una trinidad y que el número tres está asociado con Dios. Sin embargo el texto no dice eso por ninguna parte. El escritor está introduciendo dentro del texto sus ideas preconcebidas para reinterpretarlo a su gusto y no de acuerdo a lo que dice el versículo. Nosotros en cambio, creemos que la repetición “Santo, Santo, Santo” hace énfasis en que Dios es en gran manera santo. Generalmente cuando se repite algo, es porque se quiere hacer énfasis en lo que se está diciendo. Así, Dios no es tres veces santo, sino que es infinitamente santo. Existe un solo y único Dios que es en gran manera santo.

El profeta Jeremías utiliza una repetición triple cuando dice: “tierra, tierra, tierra” (Jeremías 22:29). A ninguno de nosotros se nos ocurriría pensar que porque el profeta se expresa así es porque el número tres está asociado con la tierra, o que existan tres tierras, o que haya tres tierras distintas y un solo planeta verdadero. De ese versículo podemos apreciar que la repetición “tierra, tierra, tierra” está haciendo énfasis en que la palabra de Jehová se tenía que cumplir irremediablemente sobre la tierra de Judá.

Cierto escritor trinitario nos recomienda algo:

“Lo primero que un cristiano comprometido con la verdad debe hacer en este tema, es memorizar la definición de la Trinidad:
Dentro de la unidad del ser de un único Dios, existen tres distintas personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Estos tres comparten la misma naturaleza y los mismos atributos, por lo tanto, estos tres son el único Dios.” [Énfasis Nuestro] [2]

Y creo que dicho escritor no se equivoca al decirnos eso, pues al memorizar la definición de la trinidad, todo cristiano comprometido con la verdad, se podrá dar cuenta que esa enseñanza va en contravía de la Palabra de Dios, pues contrario a la enseñanza bíblica, esta hace énfasis en el número tres y no en el uno. Si prestamos atención a lo que dice la Escritura y no nos excedemos en interpretaciones amañadas, vamos a ser librados de la especulación trinitaria.

 
Referencias:
 
[1] Revista Aguas Vivas. Artículo “Los Números de la Biblia, El Número 3” http://www.aguasvivas.cl/revistas/27/numeros.htm
[2] Pablo Santomauro. Artículo: “Cosas que Debemos Evitar Cuando Defendemos la Trinidad”
http://institutointerglobal.cristiandad.net/ig/file.php/117/COSAS_A_EVITAR.htm
 
 

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