Por Julio César Clavijo Sierra
Comparto con ustedes las respuestas dadas a los comentarios y preguntas de un trinitario sincero.
Estas son sus palabras:
“Querido hermano, si es como usted dice que el Padre se hizo carne, entonces mi pregunta es ¿A quién oraba Jesús cuando dijo: "Abba Padre, para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que YO quiero sino lo que TÚ quieras? ¿Se oraba a sí mismo? ¿O en Juan 17:4 “yo TE glorifique en la tierra terminando la obra que ME diste que hiciera”? ¿o el versículo 18 "como TU me enviaste al mundo"? Estos versículos los leo también en el interlineal del griego al español, y hay más en dónde se demuestra que Dios es tres personas en un solo Dios, no tres dioses como se pretende decir. ¿A quién envió el Padre? "Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviara en MI nombre, Él os enseñará…." Están los tres y le repito, corroborado a través del interlineal griego – español. Es cierto y estoy de acuerdo con usted que 1. Juan 5:7 está adulterado de sus originales en muchas versiones, pero la Biblia en cualquier versión está llena de documentos que demuestran la grandeza de Dios. ¿O acaso podemos limitar en poder a Dios? Es cierto que uno es y tres personas a la vez. Repito, no tres dioses. Pero en fin, la Palabra de Dios no es para polémica sino para edificación, Dios continúe bendiciéndole”.
Esta es nuestra respuesta:
Hola apreciado amigo. Saludos cordiales en el nombre del Señor Jesús.
Gracias por comentar y por reconocer honestamente que 1. Juan 5:7-8 fue adulterado por el catolicismo romano durante la edad media, introduciendo en el texto ideas totalmente extrañas, cuando lo que realmente enseña aquella porción de la Escritura es que tenemos un testimonio triple dado por el Espíritu, el agua y la sangre de que Jesús es el Hijo de Dios. Aquel texto sin la añadidura apócrifa, dice: "7 Porque tres son los que dan testimonio: 8 el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan" (1. Juan 5:7-8).
No obstante, se equivoca usted al decir que la Escritura en el interlineal griego-español demuestra y corrobora que hay tres personas en un solo Dios. Yo tengo el interlineal griego español, y por ninguna parte dice que Dios sea una trinidad o que hayan tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Por lo tanto, usted está violando el principio bíblico de no pensar más allá de lo que está Escrito (1. Corintios 4:6) y está introduciendo ideas extrañas a la Palabra de Dios.
Para responder a su inquietud sobre las oraciones del Hijo de Dios, usted debe comprender antes que nada lo que enseña la Biblia ¿Qué enseña la Biblia? Enseña que hay un solo Dios (Deuteronomio 6:4, Gálatas 3:20) y que ese único Dios fue manifestado en carne como el Hijo o el varón perfecto (Lucas 1:35, Efesios 4:13). El Dios invisible (1 Timoteo 1:17) se mostró o se manifestó en carne (Colosenses 1:15).
¿Por qué Dios se manifestó en carne? Porque la redención requería del derramamiento de la sangre pura (Hebreos 9:22-28) de un ser humano limpio del pecado que pudiera representar a toda la humanidad, pues sólo un pariente cercano a nosotros podía liberarnos de la esclavitud del pecado (Levítico 25:25, 25:47-19). Note que era necesario que ese redentor estuviera libre de la esclavitud del pecado de la cual redimiría a los demás. No obstante, la Escritura dice que ningún hombre aplicaba para tal labor porque todos se desviaron, a una se corrompieron, y no había quien hiciera lo bueno, ni siquiera uno (Salmo 14:1-3). Por esta razón, Dios no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse sino que tomó condición de siervo y forma de hombre (Filipenses 2:6-8). Esa humanidad que Dios tomó (llamada Hijo de Dios) fue libre de pecado y pagó el precio de la salvación de todos nosotros, por lo cual Dios exaltó a esa manifestación en carne hasta lo sumo y le dio un nombre que está por encima de cualquier otro nombre (Filipenses 2:9-11).
Hijo de Dios es una referencia a la humanidad perfecta de Jesús, como es corroborado por Lucas 1:35, Efesios 4:13, Gálatas 4:4, etc., y la humanidad perfecta del Hijo de Dios es el ejemplo o modelo para nosotros (1. Pedro 2:21). Por eso cuando nosotros nos convertimos en Hijos de Dios, no nos convertimos en una “persona divina y distinta de un Dios”, sino en humanos que vivimos de acuerdo con la voluntad de Dios.
Jesús, como Dios manifestado en carne, es a la vez Dios y hombre, Padre e Hijo, Espíritu y carne. Como hombre Él podía orar, pero como Dios responder a las oraciones. Es un grave error pensar que Él responde a las oraciones como Hijo, o que Él oraba como Dios. Como Dios Él nunca ha necesitado orar, pero como Hijo sí era necesario que lo hiciera para que nosotros (como Hijos de Dios) siguiéramos su ejemplo. Una mente que no cuenta con la revelación bíblica de Dios manifestado en carne, confundirá el rol humano de Jesús (o de Hijo de Dios) como si fuera una “persona divina” o un ser distinto de Dios, y por eso cuando lee que Jesús oró desde su humanidad, pensará que el Dios único consiste de “personas divinas” o que Jesús es un ser inferior que le oraba a Dios.
Para más información sobre las oraciones de Jesús, lea el artículo titulado: “La Herejía Trinitaria de Las Conversaciones Entre Tres "Personas Divinas”, en el siguiente enlace:
http://unicodios.blogspot.com/2011/06/la-herejia-trinitaria-de-las.html
Por último, usted debe entender que primero Dios consoló a sus discípulos por medio de su manifestación en carne como el Hijo. Pero al ser quitada esa manifestación que los consolaba o confortaba, Dios prometió enviar a otro Consolador (no a otra persona divina) para que estuviera en ellos (en Espíritu) y no solo con ellos (en carne como el Hijo). Una mente afectada por la herejía de la trinidad, piensa que el Espíritu Santo es “una persona divina y distinta de otras personas divinas”, cuando la Escritura enseña claramente que el Espíritu Santo es una referencia a Dios habitando en los corazones de sus hijos.
Vuelva al interlineal griego-español y lea su Biblia entera con la verdad de Dios manifestado en carne, y podrá salir del error trinitario para venir a la luz de Dios en Cristo (2. Corintios 5:19). Usted se regocijará cuando comprenda que Jesús es el verdadero Dios y la vida eterna que se manifestó en carne para darnos salvación (y que no tuvo que enviar a nadie más para venir a salvarnos).