Por Hernán Silguero

 

“Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre…hablarán nuevas lenguas” (Marcos 16:17).

“Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos…” (1 Corintios 14:22).

En el Nuevo Testamento encontramos el primer derramamiento del Espíritu Santo y el testimonio de este maravilloso hecho fue que aparecieron lenguas como de fuego asentándose sobre cada uno de los ciento veinte que se encontraban en el Aposento Alto. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen" (Hechos 2:3-4). Este no fue el único testimonio. No solo en el día de Pentecostés, los creyentes hablaron en lenguas cuando recibieron el bautismo del Espíritu Santo, sino que cada vez que el Nuevo Testamento menciona el recibimiento del Espíritu Santo, siempre va acompañado del hablar en lenguas.

Los profetas del Antiguo Testamento hablaron acerca de la venida del Espíritu Santo y la confirmación de hablar en lenguas. Isaías escribió: "Porque en lengua de tartamudos, y en lengua extraña hablará (Dios) a este pueblo" (Isaías 28:11).

Según el Nuevo Testamento, danzar, correr, saltar y otras manifestaciones similares, no son la señal de recibir el Espíritu Santo. Bíblicamente, la única señal fue el hablar en lenguas. Las expresiones de danzar, correr, etc., son producidas por el efecto de la palabra predicada o por el gozo que resulta de la adoración y la alabanza en el culto, pues "En su presencia hay plenitud de gozo" (Salmos 16:11).

Es como alguien dijo al testificar acerca del bautismo del Espíritu Santo: "Fue como si un gran pozo se reventara dentro de mi ser, y torrentes de alabanzas salieron de mi boca; alabanzas al Señor". Su corazón rebozaba de gozo y amor para el Señor Jesucristo.

En el libro de 1 de Corintios 13:8 dice: "y cesarán las lenguas". Este versículo ha sido mal interpretado y mal utilizado por muchas denominaciones para tratar de convencer a sus seguidores de que las lenguas se terminaron al finalizar el Nuevo Testamento. Pero este texto bíblico está en tiempo futuro. Aquí el apóstol Pablo no solo menciona las lenguas, sino también las profecías y la ciencia. En el verso 10 del mismo capítulo, Pablo escribió: "Mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará." Entonces no habrá necesidad de ciencia, ni de profecías, ni de lenguas. Mientras tanto, la iglesia necesita de todos los dones del Espíritu Santo (1 de Corintios 12:4-10).

Las Sagradas Escrituras no dan ninguna referencia de que las lenguas terminaron en el primer siglo. Las lenguas siguen siendo parte de la vida de la iglesia contemporánea y lo seguirán siendo hasta que Cristo venga. "Sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él" (1 de Juan 3:2). Cuando nosotros estemos ante la presencia de Cristo, ya no necesitaremos de la experiencia espiritual de esta vida. Solo entonces se acabaran las lenguas.

El propósito de Pablo al escribir el verso 8, era reafirmar a los creyentes que los dones espirituales estarían operando hasta este día (1 de Corintios 1:7-8).

Algunas personas piensan que Pablo está eliminando las lenguas en 1 de Corintios 14:13 donde dice: "el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla". Sin embargo, eso sería contradictorio con el versículo 18 del mismo capítulo, donde dice: "Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros." En el verso 6 también explica: "Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué aprovechará, si no os hablaré con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina."

Aquí Pablo está poniendo orden en el uso de las lenguas en el servicio, especialmente para predicar a los creyentes, pero en ninguna manera tuvo la intención de quitar las lenguas. En 1 de Corintios 14:39 leemos: "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas."

Pablo anima a la iglesia a ejercitarse en los dones espirituales, incluyendo las lenguas y la interpretación de lenguas y da instrucciones acerca de cómo deben ser usados estos dones (1 de Corintios 14:26).

Él también escribió acerca del valor de las lenguas en la vida devocional del creyente (14:4).

Cuando la verdad bíblica cae en la negligencia y en la oscuridad, la gente busca explicaciones. Cuando las lenguas no son practicadas como parte de la doctrina fundamental de la iglesia de Jesucristo, la gente pregunta y critica erróneamente a los que sí las practican y las enseñan. Hay muchas personas que, aunque son sinceras en su forma de creer, le han dado un significado y una interpretación equivocada a ésta doctrina bíblica.

Pablo nunca se opuso a las lenguas. Al contrario, él habló en lenguas más que todos. Su punto de vista era que si alguno hablaba en lenguas públicamente en la iglesia, era necesario que hubiese un intérprete para que el oyente fuera instruido con el mensaje de Dios. Por eso él dijo: "Pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida" (1 de Corintios 14:19).

¿Por qué Dios escogió el hablar en lenguas como la evidencia inicial y física de recibir el Espíritu Santo? 

1. Dios es soberano; no tiene que explicar sus acciones. Por ejemplo, ¿por qué eligió la sangre para expiación del pecado?

2. El hablar en lenguas indica que algo pasó dentro del corazón. Una experiencia maravillosa como esta, demanda una manifestación externa igual de maravillosa.

3. Es el símbolo de que el Espíritu tiene control o que domina al individuo. La lengua es el miembro más rebelde del cuerpo, pues es el último miembro que se rinde al Espíritu Santo.

De acuerdo con el Nuevo Testamento podemos aprender que hay varios usos de las lenguas. Veamos cuales son algunos: 

1. Como la señal inicial de que un creyente ha recibido el bautismo del Espíritu Santo. (Hechos 2:4; 10:46; 19:6).

2. Como un don espiritual para la edificación de la iglesia cuando las lenguas son debidamente interpretadas. (1 de Corintios 12:10).

3. Como una señal para que el incrédulo crea. (1 de Corintios 14:22).

4. Como una provisión devocional para que el creyente pueda alabar y orar a Dios con plena libertad. (1 de Corintios 14:2, 4, 18). Las lenguas son un medio de comunicación entre el cristiano y su Señor. Pablo dice en Romanos 8:26, "El Espíritu mismo intercede por nosotros." Las lenguas deben ser parte de la oración del cristiano.

5. Como una marca de identificación del cristiano. Jesucristo, en Marcos 16, nos da una lista de las características que identifican a sus creyentes. Él dijo que los creyentes echarían fuera demonios, hablarían en lenguas, tendrían protección divina, pondrían sus manos sobre los enfermos y ellos sanarían. La marca de la Bestia va a ser para todos los enemigos del Señor, pero la marca del cristiano es hablar en lenguas. "Estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre… hablarán nuevas lenguas." (Marco 16:17).

En todos estos casos se usan las lenguas con diferentes propósitos, pero en la misma naturaleza. Son las mismas lenguas. La falta de entendimiento en el uso de las lenguas es lo que confunde a muchos.

El propósito del don de lenguas y de interpretación de lenguas es para la edificación de la iglesia. (1 de Corintios 14:2-12). Cuando oramos en privado y hablamos en lenguas es ministrando por el Espíritu Santo. La limitación del intelecto humano es vencida por el infinito poder del Espíritu Santo que despierta a nuestro espíritu para que adoremos y alabemos a Dios en otras lenguas.

Hay muchos que dicen que no es necesario recibir el Espíritu Santo, porque según ellos miles de personas han vivido santamente sin hablar en lenguas. No queremos ser jueces, pero sabemos esto: No debemos cambiar la Biblia por los hombres, pero sí debemos juzgar a los hombres por la Biblia. La promesa es para nosotros hoy, si queremos aceptarla.

 

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