Por Carlos A. Valencia

1. INTRODUCCIÓN



El dogma de la “Santa Trinidad” es un tema que ha sido muy discutido durante los siglos. Durante muchas épocas se contendió con respecto a esto, y los defensores de este dogma dejaron por sentado que en Dios siempre ha habido tres personas que son distintas, pero que forman un solo Dios.



Algunos han aplicado normas matemáticas para intentar corroborar su posición, pero son normas que caen, porque se violan las mismas leyes matemáticas. Por ejemplo, se dice que en la trinidad no se suma sino que se multiplica; no es que Dios sea 1+ 1+1 = 1, sino que es 1x 1 x 1= 1.



Sin embargo, cuando se va a multiplicar por el número 1, para que siempre me de 1, el multiplicando debe ser equivalente a 1. Me explico: tanto el numero que voy a multiplicar como el que me permite multiplicar deben ser iguales y no diferentes. Cuando yo digo que 1 es diferente a 1, miento por que no hay ley matemática que apoye esto, pero si 1 es igual y no diferente a 1, entonces al multiplicarlos me va a dar siempre 1.



En la trinidad hay un gran problema y es que la fórmula matemática usada por los trinitarios afirma que el Padre NO es el Hijo, y el Hijo NO es el Espíritu Santo, sino que SON TOTALMENTE DIFERENTES (Distintas las tres personas), por lo tanto no se puede multiplicar el 1 x 1 x 1, sino que allí tocaría aplicar la formula sumatoria de 1 +1 +1 = 3, y esto indicaría que los que creen en la formula trinitaria son politeístas por que NO HAY SINO UN DIOS UNICO Y VERDADERO



El Dr. Nathan Wood ha propuesto una nueva “ley”, que supuestamente se basa en las ciencias exactas, para intentar demostrar que la trinidad es una necesidad universal. Su ley ha sido llamadala ley de la trinidad universal, donde él formula que existe una estructura básica en la creación universal y lo expresa así:



Concepto: 1 x 1 x 1 = 1

Concepto: 1 x 1 x 0 = 0



Aplicación:



Largo x Ancho x Alto = Espacio

Energía x Movimiento x Fenómeno = Materia

Futuro x Presente x Pasado = Tiempo

Espacio x Materia x Tiempo = Universo

Padre x Hijo x Espíritu Santo = Dios



Y concluye con aires de grandeza: “Como puede verse, cada unidad es absoluta en sí misma, pero ninguna podría existir por sí misma. Esta es la ley de la triunidad absoluta. Así como Dios es Tres en Uno, El ha implantado esta uniformidad en sus creaciones. No cabe duda de que esta estructura es la huella de DIOS”.



Pero de igual manera, eso es limitar a Dios y hacer una comparación muy pequeña, con una mente reducida y materialista, pues Dios no puede ser medido, por que “Dios puede ser mucho más grande que nuestras tres dimensiones finitas. El puede tener más de ocho dimensiones. Puede que tenga más de cien dimensiones. De hecho, no tenemos ninguna idea de cuan complejo es realmente él…” [Ron Carlson y Ed Decker. Falsas Enseñanzas, pág. 44, Edit. Libros Compartir]



¿Cree usted de verdad que a Dios lo podemos multiplicar? En ninguna parte de la Escritura vemos que los profetas dividieran a Dios en tres, para luego multiplicarlo por uno, para que como resultado diera uno en tres.



La Biblia misma afirma que los demonios saben y conocen que Dios es UNO (Santiago 2:19), pero por eso mismo ellos siempre han estado interesados en desvirtuar la identidad de Dios.



En Tiempos antiguos, instaron al pueblo a la adoración de ídolos, luego de héroes, después de tríadas, trinidades y trimurtis, para finalmente en la época de la ciencia y la técnica, llevar al hombre a adorar a los cuadrúpedos (la teoría de la evolución, que se tiene por algunos como hecho científico, ha deificado a los simios). Sin embargo, la religión Católica ha sido la prolífica defensora del dogma de la trinidad, y hasta persiguió y mató a quienes la negaban; tiempo después, los protestantes del siglo XV y XVI, acusaron, persiguieron y hasta delataron a la inquisición a aquellos que no creían en la trinidad, como lo es el caso registrado y comprobado de Juan Calvino, quien delató a los inquisidores al médico, teólogo y predicador, Miguel de Servet, por que no creía que el dogma de la trinidad fuera bíblico. (Para más información, véase, la Enciclopedia Las religiones del Mundo, del grupo Océano, impresa en España, Página 301).



Hoy, la mayoría de iglesias que se dicen cristianas, continúan con la repetición de la repetidera. No hacen sino proclamar lo mismo que la Iglesia Romana y cuando se les confronta con la Biblia, argumentan que es un misterio incomprensible. Pero se han olvidado que a Dios no se entiende por la lógica humana, ni por la mucha teología que se almacene, pues a Dios solo se le puede entender a través de la revelación por medio de las Sagradas Escrituras, donde se nos muestra a un Dios que se ha manifestado en forma humana, sin dejar de ser el Dios que era y que es, para salvar a la raza humana perdida, y que luego asciende para venir en forma espiritual a la vida de aquellos que Él mismo salvó.



Casi todas las organizaciones religiosas enseñan que Dios es un ser compuesto por tres personas divinas que se interaccionan o actúan en un acuerdo único. La gran tesis es: “Dios existe en tres personas; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre no es el Hijo y el Hijo no es el Espíritu Santo, sin embargo, estos conforman un solo Dios”. La pregunta es, ¿Cuándo surgió esta idea, o en qué parte de la Escritura se presenta?



Muchos asegurarían que esa forma trinitaria de proclamar a Dios no se puede refutar, pues se estaría contra la Palabra de Dios, debido a que llevamos muchos años oyendo de parte de la Iglesia Católica y de otras denominaciones “cristianas”, la misma fórmula doctrinal: “Dios es tres, pero no son tres sino Uno



¿Tendrá una explicación lógica esta aseveración? ¿Qué dice la palabra de Dios respecto a la trinidad? ¿Registra la historia del Antiguo Testamento una doctrina propiamente trinitaria? ¿Jesús y sus discípulos predicaron la triple personalidad o la Unipersonalidad de Dios?



En este estudio, daremos respuesta a este problema teológico que abarca los siglos y hasta nuestros días. Lo primero será hacer una exégesis de los pasajes más usados en referencia a la materia de estudio aquí, luego veremos el origen del concepto "trinidad" en la historia antigua y cristiana para llegar a una conclusión que ayude al lector a conocer más a su Dios por medio de la Palabra del Señor.



Es mi oración y mi fe en Dios, que este artículo sea de gran bendición y de aumento del conocimiento del lector, que sea agradable su lectura y se convierta en un pequeño manual que sirva para cargarlo, llevarlo y usarlo en sus charlas con trinitarios. Dios se ha de glorificar por medio de éste abriendo el entendimiento de los que pasen por estas páginas.





2. LA TRINIDAD Y LA BIBLIA



Al echar un vistazo a toda la Biblia, no hayamos ninguna referencia clara a tal posición.



Si el seglar (el que no es experto en la interpretación) fuese a investigar un poco más, ellos serían confrontados con declaraciones descorazonadas semejantes a lo siguiente:



“La mente del hombre no puede entender enteramente el misterio de la Trinidad. Aquel que tratara de entender el misterio enteramente, perdería su mente. Pero aquel que niegue la Trinidad, perderá su alma.” [Harold Lindsell y Charles J. Woodbridge, El Manual de la Verdad Cristiana, páginas 51-52].



“Tal declaración significa que el concepto de la Trinidad debe ser aceptado o sufrirás las consecuencias. Pero aceptarla simplemente como doctrina sin haberla comprobado, sería totalmente contrario a las Escrituras. Dios inspiró al apóstol Pablo a escribir: “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1. Tesalonicenses 5:21). Pedro también exhortó a los cristianos: “Estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1. Pedro 3:15). Entonces el cristiano está obligado a comprobar si Dios es una Trinidad o no”. [¿Es Dios una Trinidad?, por George L. Johnson]



Los mismos teólogos trinitarios reconocen que ni siquiera la expresión se encuentra en la Escritura. Un teólogo escribió:



“Cierto que el vocablo “trinidad” no aparece en el Nuevo Testamento. Se trata de una expresión teológica inventada durante el segundo siglo para describir la divinidad”


Otro teólogo dice:



“Era difícil encontrar un vocabulario por medio del cual expresar la UNIDAD DE DIOS y al mismo tiempo la realidad y distinción de las personas…”



La Enciclopedia de las Religiones afirma:



“Los teólogos concuerdan en que tampoco el Nuevo Testamento contiene una doctrina trinitaria explícita”



La Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000, dice con respecto al tema:



“La doctrina [de la Trinidad] no aparece con claridad en el Nuevo Testamento”


La Nueva Enciclopedia Católica, Vol. XIV, pág. 295, dice:



“Es muy difícil… en la segunda parte del siglo 20, ofrecer una clara, objetiva y sincera explicación de la revelación, evolución doctrinal, y explicación teológica con respecto al misterio de la Trinidad. La discusión sobre la Trinidad… presenta una silueta de inseguridad”.



La Nueva Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2003, afirma que



Fue “Atanasio [quien] formuló una doctrina (homousios), según la cual el Hijo de Dios es de la misma esencia o sustancia, que el Padre”



Otra Enciclopedia como La Bíblica Estándar Internacional, “Trinidad” pág. 3012, dice:



“No es solamente la palabra “Trinidad” nunca encontrada en la Biblia, tampoco hay prueba sustantiva de que tal doctrina es indicada.”



Sin embargo, los mismos teólogos trinitarios, usan algunos pasajes bíblicos para intentar encontrar la idea trinitaria. Algunos de esos textos son: Génesis 1:26; 11:7; Isaías 6:8; Mateo 28:19; 1ª. Pedro 1:2 y 1ª. Juan 5:7.



Si estudiamos estos pasajes aplicando normas de hermenéutica, veremos que determinarán otra cosa, menos la doctrina de la trinidad. Esto comprobará que aquellos intérpretes trinitarios llegan a sus conclusiones por el camino de la eixégesis, es decir, haciendo que el texto diga lo que él intérprete quiere que diga.



¿Génesis 1:26, sugiere que la creación fue la obra de dos personas distintas: El Padre y el Hijo?


"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra" (Génesis 1:26).

Los teólogos trinitarios, dicen que Dios el Padre estaba con su "Hijo" (para ellos, una persona distinta y divina) y con el "Espíritu Santo" (otra persona divina y distinta) realizando la obra creadora. Pero ¿en qué contexto se puede demostrar eso? El argumento que utilizan, es que cuando Dios dijo “Hagamos”, estaba hablando con dos personas divinas y distintas quienes eran el "Hijo trinitario" y el "Espíritu trinitario", pero ¿será esto así? En el idioma hebreo, los plurales se usan para dar énfasis, intensidad o resonancia a lo que se dice. En este caso, Dios declara que su obra no fue un secreto, sino que los ángeles estuvieron presentes y fueron testigos (aunque ellos no participaron como co–creadores, porque sólo Dios puede crear).



El Comentario Bíblico Moody dice al respecto: “hay algunos comentaristas que interpretan el plural como “un plural mayestático” indicando dignidad y grandeza”



El judío Avdiel Ben-Oved, tiene un estudio que titula “La trinidad y triunidad NO son hebreas” y dice que:



“Hay 2 maneras… de interpretar este versículo, y ninguna de las dos tiene nada que ver con doctrinas trinitarias/triunitarias, una vez más quien lee con mente trinitaria/triunitaria en donde quiera verá la doctrina pagana. 1- El Midrash comenta que Elohim está hablando con los ángeles (mensajeros). (Job 38:7). 2- Forma de escritura, pues antiguamente era costumbre de los reyes y grandes personalidades emplear el plural al hablar de sí mismos (vea Samuel ll,XXIV,14)” [http://www.geocities.com/hamashiaj/trinidad.html]



De manera que el pasaje en cuestión no implica la obra de tres, ni la imagen es de tres, ni la semejanza es de tres, sino más bien se relata en concordancia con la imagen moral de Dios y de los ángeles, y con respecto a su libre albedrío.



Isaías 44:24 dice resueltamente: “Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo”



Y Génesis 1:27 confirma después, que aunque hubo un plural, fue UNO SOLO EL QUE CREO AL HOMBRE.



¿Génesis 11:7, sugiere que la confusión de lenguas en Babel fue la obra de tres?



"Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero" (Génesis 11:7).

En este pasaje, como en Isaías 6:8, se usan unos plurales, que los teólogos trinitarios han utilizado para afirmar que allí está la trinidad. Pero ¿Se puede aceptar eso sin ninguna evidencia clara? Al observar estos pasajes, nos daremos cuenta que los sujetos presentes en las palabras del Señor, son Él y sus ángeles. En Isaías 6, los versos 1 y 2 presentan la visión que tuvo el profeta donde ve a Dios y a los seres angelicales llamados serafines, y por eso en el verso 8, Dios pregunta en plural: ¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?. La respuesta es obvia, que los plurales mencionados son una referencia clara y sin ambigüedades, a Dios y a sus ángeles.



De manera que los plurales “descendamos”, “confundamos” y “nosotros”, se refieren a Dios y a sus ángeles. De manera que no vemos allí a ningunas tres personas divinas como lo han propuesto los teólogos trinitarios, violando las normas de interpretación.



¿Mateo 28:19, sugiere que el bautismo es en los nombres de tres personas?


"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo 28:19).

Todo libro de teología trinitaria, presentará siempre a Mateo 28:19 como texto clave para corroborar la “doctrina” trinitaria, pero ¿da ese significado aquel pasaje?



La Nueva Biblia Americana dice:



"ésta es quizás la expresión más clara en el Nuevo Testamento de la creencia en la Trinidad”.



Pero, ¿el estudio de este pasaje, corrobora esta afirmación?



Observe por favor que la orden está en plural: “bautizándolos”, pero la forma o formula está en singular “en el nombre”, indicando que solo hay un nombre para designar al único Dios. Además, en el griego no aparece ninguna orden como “en las palabras Padre, Hijo y Espíritu Santo”, sino que aparece la conjunción “y” que sirve para ligar las palabras o las preposiciones. Por eso, el texto habla del nombre y luego de los adjetivos. “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” Allí no se ve ninguna trinidad.



Ahora bien, en hermenéutica se debe tener en cuenta el tema que circunda el pasaje o el capítulo que se estudia, para no descontextualizar y hacer una falsa interpretación. En Mateo 28:19, no se está hablando de la doctrina de la Divinidad sino del bautismo, por lo tanto no se puede establecer una doctrina basados en algo que tiene otra connotación.



¿1. Pedro 1:2, sugiere que la obra de la redención la hicieron tres personas distintas?


"elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas" (1. Pedro 1:2). 

Algunos dicen que aquí está un texto claro sobre la trinidad, ya que muestra cada parte de la redención del hombre que le toca hacer a cada uno de los miembros de la santísima trinidad. Pero al explicar el pasaje sin caer en una eixégesis (violando la correcta interpretación), nos damos cuenta que este texto no tiene ninguna connotación trinitaria.



Lo primero que debemos definir es a qué se refiere Pedro cuando expone aquello. Pedro está hablando con respecto a la posición del creyente en su llamamiento. Dice que los creyentes no estaban solos en medio de la persecución, sino que eran muy importantes para su Dios que los había llamado, santificado y lavado; todo el proceso redentor. Pero Pedro no tiene en mente la doctrina de la Deidad como pretenden hacerlo ver algunos. No podemos violar las normas de interpretación. Además, por mencionar la elección, santificación y limpieza del creyente, Pedro da a entender que su interés no es discutir sobre cierta doctrina de personas divinas (pues el dogma trinitario todavía no había infectado a la Iglesia Primitiva), sino que simplemente está hablando de los actos redentores.



¿1. Juan 5:7, enseña que tres personas distintas son las que testifican en el cielo?



"porque tres son los que dan testimonio" (1. Juan 5:7).

El comentario Bíblico Moody dice:



“el texto de este versículo debería decir; tal como se lee en RVR, “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo”. El resto del versículo es espurio. Ni un solo manuscrito contiene la añadidura trinitaria antes del siglo 14, y nunca se cita el versículo en las controversias trinitarias en los primeros 450 años de la era cristiana.”



El Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, afirma que:



“fue escrito primero, pues como comentario marginal… y allá a fines del siglo 8º fue introducido en el texto de la Vulgata Latina”



La Biblia Textual Reina Valera, tiene esta nota:



“El pasaje no es mencionado por ninguno de los Padres griegos, quienes, de haberlo sabido, ciertamente lo habrían empleado en las controversias trinitarias (Sabelio y Arrio). Su primera mención en griego, es de la versión (latina) de las actas del Concilio de Letrán en 1215. El pasaje está ausente en los manuscritos de todas las versiones antiguas (Siria, Copta, Armenia, Etiope, Árabe y Eslavónica (excepto la Latina)”. 



El contexto del pasaje es claro. Cuando se habla de los tres que dan testimonio, el verso 8 lo aclara mencionándolos: el Espíritu, el agua y la sangre, y dice que los tres concuerdan.



Por lo tanto, nada de trinidad en ninguno de los pasajes estudiados. ¿Porqué insistir en algo que no tiene un asidero en la Biblia? ¿Algo que sus propios predicadores dicen que no se puede entender por que es un misterio?





3. ORIGEN DEL CONCEPTO “TRINIDAD”


En consecuencia a lo dicho en la sección anterior, podemos preguntarnos ¿de donde surge el concepto de la trinidad? Procuraré ser lo más explicito posible.



Alexander Hislop, un reconocido teólogo de siglo XIX, en su libro “Las dos Babilonias”, pág. 33, dice que los babilonios y los egipcios creían que Dios era una unidad que estaba conformada por tres personas y para simbolizarlo se valieron del triangulo equilátero.



La idea de la trinidad, se origina después del diluvio, cuando Nimrod, hijo de Cus, emprendió la construcción de la torre de Babel, con el propósito de crear una sola política mundial y una religión. Como era cazador de fieras, fue destrozado por una de ellas. Su esposa (Semíramis) con el tiempo resultó embarazada por un acto de fornicación y dijo que su hijo sería la reencarnación de Nimrod o el mismo Mesías prometido. Cuando el bebé nació, le puso por nombre Tamuz y el pueblo lo adoró como el “Niño Dios” dentro de los misterios caldeos.



Al pasar el tiempo, tanto Semíramis, como Nimrod y Tamuz, fueron conocidos como la trinidad babilónica. A ella se le llamaba la “diosa Madre”; a Nimrod, el dios Padre y a Tamuz, el dios Hijo.



Si recordamos que de Babilonia las creencias religiosas pasaron a todos los imperios posteriores, entonces lo que se dice de la India es verdad. Allá se conoce a un dios como “Eko Deva Trimurti” que equivale a un dios triforme- con tres cabezas.

En la época de Jeremías, a la trinidad de los pueblos se le personalizaba a través del Sol, la Luna y las estrellas (Jeremías 8:2). Wilfredo Torres, en su obra “Restitución Cristiana”, pág. 99, dice que: “la idolatría, la astrología, el politeísmo, la trinidad; todas fueron producto del sistema religioso de Babilonia”



Cristo y los Apóstoles no hablaron de la Trinidad


Cuando Cristo vino al mundo, habló acerca del Padre. Siempre mencionó que el Padre hacía las obras, que del Padre había salido y le enseñó a sus discípulos que el Padre estaba en los cielos. Esta es la razón por la que muchos dicen que Cristo enseñó la trinidad. Pero Cristo nunca hizo referencia mínima sobre este asunto; por el contrario, Él recordó el más grande mandamiento, el Shemá judío: “Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es” (Marcos 12:29).



Ahora, cuando Él hace referencia al Padre, obviamente lo hace desde su condición de hombre y como tal, debía tener un Padre y un Dios. Él lo alude para indicar la Deidad que estaba en Él (en su cuerpo o tabernáculo de carne). Recuerde que el Hijo de Dios, es decir Emanuel (Dios con nosotros) o la manifestación de Dios en carne, enseñó que el Padre estaba en Él (Juan 14:10). No se refería a otra persona aparte, sino a la naturaleza divina que había en Él, y Pablo lo entendió perfectamente cuando dice: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9).



Los apóstoles eran judíos y nunca aceptarían a otro que no fuera Jehová como Dios. Ellos entendieron poco a poco que Cristo era exactamente el cumplimiento de la Profecía de Isaías:



“Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo” (35:4). Y así lo hizo saber Mateo, en 11:2-5



“Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”



Todos los apóstoles predicaron que Cristo es la manifestación en carne del único Dios. Tomás lo llamó “Mi Señor y mi Dios” (Juan 20:28), Juan lo reconoció como el Dios verdadero (1ª. 5:20), Pablo dijo que Jesús es el Gran Dios y Salvador (Tito 2:13) y de esa misma manera lo describe Pedro (2ª. Ped. 1:1). La doctrina cristiana con respecto a la Deidad en la Iglesia Primitiva, era en esencia la misma hebrea, pero con una revelación más: El Jehová del Antiguo Testamento, es el mismo Jesús manifestado en carne. Era una doctrina predominantemente Monoteísta.



En la Enciclopedia Británica, se define a esta doctrina monoteísta como:



“Monarquianismo Modalistico, concibiendo que toda plenitud de la divinidad habitaba en Cristo, exceptuando pocos escritores de la iglesia primitiva, mantenían que los sustantivos Padre e Hijo eran solo designaciones del mismo sujeto: EL UNICO DIOS, quien en referencia a la relación que había tenido previamente ante el mundo, es llamado Padre; pero con relación a su aparición en carne o humanidad, es llamado Hijo.”



Controversias:


En los siglos 2º y 3º empezaron las grandes controversias teológicas, y con ellas, el esfuerzo de algunos "padres" por definir a Dios. En su intento, recurrieron a la filosofía griega, ya que algunos eran formados en las letras y el pensamiento griego. Se apeló a Platón, a los estoicos y a Aristóteles, buscando en ellos la ayuda para interpretar la identidad de Cristo.



Fue tanta la mezcla entre teología y filosofía, que el mismo Clemente de Alejandría aseguró que “los filósofos conocieron la verdad por obra de Dios, de manera semejante en que los judíos recibieron la ley” [Justo L. González, Historia del Pensamiento Cristiano, Pag. 190. Edit. Caribe, 1992].



Wilfredo comenta que “Atanasio (298 –372 d.C.) y Tertuliano (160 – 220 d. C.) entre otros, buscaron apoyo en el modelo filosófico neoplatónico y otras tradiciones” [Restitución Cristiana, Pág. 99] para hacer entendible la deidad lógicamente, pero con el infortunio de que se enredaron usando términos que más tarde degeneraron en una distorsión de la identidad de Dios. Fue así como en su búsqueda desesperada, encontraron las tríadas antiguas, las tríadas mitológicas de la Grecia pagana, y comparándolas con algunas conclusiones cristianas, llegaron a formular la “doctrina” de la trinidad, que se fue formando gradualmente para quedar tal y como hoy se conoce.



El tema álgido de la controversia giró en torno al término “logos” usado en Juan 1:1-2. La pregunta era si el Verbo (o Palabra) que usó el apóstol, era igual al de Platón (El más ilustre de los filósofos de la Grecia clásica. 427 – 347 a. C.) y el de Filón de Alejandría, o era diferente.



Precisamente, Filón (cierto judío filósofo, 20 a.C. – 54 d.C.) nacido en Alejandría, y versado en las Escrituras hebreas (Antiguo Testamento), propuso la idea que Dios, antes de la creación del mundo hizo cosas incorpóreas, las cuales le sirvieron como modelos para crear las corpóreas de nuestro mundo [Restitución Cristiana, Pág. 57] y así formuló la proposición de que el Logos (conocido como la razón), fue creado por Dios y sirvió de intermediario para la creación de todo cuanto existe.



De este pensamiento bebieron los Arrianos, que discutieron que Cristo (que es llamado Logos por Juan), fue creado por Dios; pero los padres de la iglesia trinitaria, no aceptaron esta fase de la propuesta de Filón, pero sí se inclinaron por la postura de que el Logos fue el intermedio entre el Ser Perfecto y Creador y el mundo sensible, retomando así, la teoría de Platón de un mundo perfecto y uno sensible como el que vivimos.



Proceso en la Formulación del Dogma


Dado que en esos días, siempre se había aceptado la enseñanza de los apóstoles sobre el monoteísmo (la doctrina de un solo Dios), la nueva fórmula trinitaria encontró mucha oposición, ya que sus promotores no encontraban la forma de reconciliar el monoteísmo con la ideal plural de tres personas: "Dios", el "Logos" y el "Espíritu Santo".



Los defensores de la Trinidad, alegaron que todo era un misterio difícil de entender, pero trataron de hacerla inteligible por medio de la filosofía apelando a tres principios aristotélicos:



1. Cada persona es un ser individual, es “uno en número”. Así entonces, se planteó la primera prueba del dogma, arguyendo que las tres personas de la Trinidad son diferentes y únicas.



2. Todo lo viviente tiene una función muy natural y es “reproducirse según su especie”. A esto se explicó que siendo así, la divinidad (el Padre), sin dejar de ser divino, engendró lo divino; lo eterno engendró lo eterno. A esto se le conoce como “la generación del Verbo” y es lo que usted oye predicar del trinitario, que Cristo fue engendrado por Dios en la eternidad y por lo tanto es eterno como el Padre.



3. el tercer principio de Aristóteles donde él apela a la “unidad en la pluralidad”, como por ejemplo, varios humanos pueden ser uno en cuanto que pertenecen a la misma especie humana. Esto da origen entonces a la idea que Dios es tres personas distintas, pero como son de la misma especie, forman un solo Dios.



Para apoyar la nueva fórmula doctrinal, se inventaron términos técnicos que ayudaron en la elaboración del dogma final y como aparece hoy, pero fue básicamente Tertuliano quien sin tener modelos en los cuales basarse, desarrolló una terminología derivada de varias fuentes, sobre todo de las griegas y del vocabulario de los juristas romanos. “La impronta legalista de este lenguaje teológico, por primera vez acuñado en Occidente, nunca se ha borrado” [Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2003].



Algunos de los términos compuestos por Tertuliano y otros fueron:



• Ousía = Significando esencia o substancia.

• Hipóstasis = Subsistencia

• Prosopón = Persona o máscara y fue aplicada a las manifestaciones de Dios. De allí: Tres prosopón o personas.

• Logos = Razón inteligente. Aunque Juan usa esa expresión para referirse al Verbo hecho carne, estos lo insertaron para inventar la posición de Cristo como el segundo en la trinidad.

• Consustancial = De la misma esencia. Usado para inventar que las tres personas son de la misma “especie” o “sustancia”

• Procedencia = Utilizado para inventar que la segunda persona de la trinidad tiene su origen en la primera.

• Relación. = lo que hay entre dos seres. Utilizado para referirse a una supuesta interacción entre el Padre de la trinidad y el Hijo de la trinidad.



El Concilio de Nicea



La Enciclopedia Judía dice: “…el concepto de la unión de un solo Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo como tres personas infinitas. Fue el concilio de Nicea y más especialmente el credo de Atanasio lo que primero dio el dogma”



La verdad es que lo que le dio origen y forma a lo que más tarde se conoció como Trinidad, fue la controversia Arriana. Arrio, un presbítero de Alejandría (326 d.C. -?) expuso públicamente que Cristo era un ser creado por otro Dios y que no se le podía adorar como tal. Esto lógicamente generó un malestar general y se estableció un conflicto doctrinal a tal grado, que el mismo Emperador Constantino tuvo que intervenir en la disputa convocando un concilio ecuménico que se realizó en la ciudad de Nicea en 325 d.C. En dicho concilio se definió en términos filosóficos, el dogma de la “Santísima Trinidad”.



El Obispo de nombre Alejandro, quien según los copartidarios de la doctrina de la trinidad era un gran adalid de la fe, se molestó sobre manera de lo expuesto por Arrio y se pronunció condenando la doctrina de Arrio en cuanto al Logos divino. En el 321, había un sínodo en el cual se reunían todos los Obispos de Egipto y Libia. Alejandro depuso a Arrio para que no asistiera a este evento y lo excluyó de la comunión, pero ya la posición arriana había tomado fuerza cual gigante que avanzaba poderosamente y parecía que toda Asia Menor estuvieran de acuerdo con su error.



Cuando el Emperador Constantino se dio cuenta y sabiendo que la unidad del Imperio dependía de la unidad religiosa, escribió a los adalides para que cesara la división, pero todo continuaba peor, lo que motivó a este a promulgar el Concilio en cuestión.



Era el 4 de Junio del 325 d. C., cuando se dio inicio con la asistencia de 318 obispos, pero entre ellos estaban también el presbítero Arrio y un diácono llamado Atanasio, quien mas tarde sería llamado el campeón de la fe trinitaria. Ninguno de los dos tenía voto pero sí voz.



Los debates duraron dos meses, pero la elocuencia de Atanasio para defender la “doctrina” que ya estaba en boga en ese momento, permitió que 313 obispos firmaran la declaración de fe que salió de allí y que condenaran a Arrio y su saber. De allí salió la declaración y el dogma de fe, que dio origen al conocido “Credo Niceno” y más tarde, a finales del siglo V al “Atanasiano”, que dice:



“Creemos en un solo Dios, Padre, Todopoderoso, Creador de todas las cosas visibles e invisibles; y un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, Unigénito del Padre… Adoramos a un Dios en la Trinidad y la trinidad en la unidad, sin confundir las personas ni separar las sustancias, puesto que la persona del Padre es una, y la del Hijo es otra y la del Espíritu Santo es otra… lo que es el Padre, lo es el Hijo y el Espíritu Santo… El Padre es eterno, el Hijo es eterno y el Espíritu también, sin embargo no son tres eternos sino uno solamente… empero las tres personas son coeternas e iguales…”


Aunque Arrio y Atanasio murieron, las querellas continuaron hasta el siglo V, cuando el Concilio de Calcedonia (451 d.C.) condenó la herejía arriana y declaró el carácter de Cristo como una segunda persona divina en una trinidad. Desde entonces, las grandes sectas y organizaciones religiosas, así como muchos evangelistas y predicadores, han aceptado el dogma trinitario, pese a su historia y a su ausencia de sustento Escritural.



La gran decepción que se han llevado algunos teólogos que conocen sobre la historia de la filosofía, es que no se explican como un hombre del corte de Tertuliano enunció su formula trinitaria, de donde toda la teología ha bebido sin ambages, y quien había caído en el montanismo, que fue una herejía del siglo II fundada por Montano, quien se creyó a sí mismo profeta. Los montanistas aceptaban “nuevas” revelaciones que iban a veces contra la Sagrada Escritura y practicaban extravagancias fanáticas. Es en ese estado de herejía que Tertuliano hace su gran defensa de la creencia que se aceptara mucho más adelante en Nicea.



La Persona de Dios


Con este término, se empezó a indicar al Creador después de las grandes controversias, pero aun más, no era Dios una sola Persona sino Tres y esto trajo confusión mayor tanto a los Obispos del Oriente como los del Occidente del imperio Romano, aunque los de Occidente aceptaron más fácilmente el término.



Ahora bien, la Biblia NUNCA le atribuye a Dios el término persona, ya que es una expresión ambigua, que puede significar según la Enciclopedia MULTIMEDIA UNIVERSAL:



• Individuo de la especie humana.

• Hombre o mujer cuyo nombre se ignora o se omite.

• Hombre de prendas, capacidad, disposición y prudencia.

• Personaje de una obra literaria.

• En Derecho: Sujeto de Derecho.

• En Filosofía: Supuesto inteligente.

• En Gramática: Accidente gramatical que consiste en las distintas inflexiones con que el verbo y el pronombre denotan si el sujeto de la oración es el que habla o aquel a quien se habla, o aquel de que se habla.



La expresión como tal, surge de la mente de Tertuliano, quien estudió Derecho y fue “abogado, posiblemente en Roma” [Historia del Pensamiento, Pág. 169]. Precisamente, usó este vocablo como se usa en la jurídica. Una persona jurídica, puede ser como una institución que tiene muchos componentes administrativos pero es una entidad. Sin embargo la palabra es ambigua, porque lo que significaba en el Occidente del imperio romano, era diferente al Oriente y no fue muy aceptada al principio.



No obstante, Atanasio, Alejandro y otros Obispos la defendieron y aceptaron, declarando el “dogma” como la verdad irrefutable, pero no encontraron el apoyo bíblico claro y tuvieron que recurrir a deducciones filosóficas para afirmar la posición conocida hoy.



Sin embargo, Agustín de Hipona (354 – 430 d.C.), llegó a pensar que el empleo del sustantivo persona era peligroso, porque decir ‘tres personas’ podía llevar a la gente a pensar que se estaba hablando de tres dioses. Finalmente, a regañadientes, aceptó sostener “tres personas, una sola substancia o naturaleza”. Así representó Agustín la Trinidad.

La Enciclopedia Británica, afirma que no es maravilla que la continuación de la controversia en base a las metafísicas de substancia, llevó igualmente a conceptos que no tienen ningún fundamento en el Nuevo Testamento.





4. ¿QUÉ DICE LA BIBLIA?


Desde el principio, Dios se reveló así mismo como UNO Y UNICO (Gen. 1:1). Allí, el texto hebreo dice:



“bereshit bará Elohím et ha shamayim ve et ha arets”.



“En el principio creó Elohím los cielos y la tierra”.



El nombre de Elohím, si bien se trata de una forma plural, puede considerarse como singular cuando se refiere a la Deidad Única y Suprema. En las versiones castellanas se traduce “Dios”. Considerado gramaticalmente, es un sustantivo común y transmite la noción de todo lo que pertenece al concepto de deidad y de poder. Sin embargo, muchos teólogos afirman que su uso revela la “trinidad”.



La Biblia nunca se expresó respecto a Dios como si hubiese varias personas en Él; por el contrario, recuerde que fueron hebreos los que inicialmente copiaron el Texto Sagrado y ellos ni aceptan ni creen en la multiplicidad de personas en su Dios. Es de anotar que en el Shemá judío (Deuteronomio 6:4) se dice:



“Shemá Yisrael, YHWH Eloyhenu, YHWH Ejad”



“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”



Los expertos en hebreo afirman que hay dos vocablos para expresar la palabra “uno” que son: “Yahad” y “Ejad”. “Yahad” significa unidad absoluta, unicidad; pero “Ejad”, podría referirse tanto a la unidad absoluta como a una unidad compuesta o colectiva.



Ya que “Ejad” puede denotar una unidad compuesta, entonces pudiera pensar alguien que allí se sugiere la idea de la trinidad. No obstante, los judíos nunca entendieron en Deuteronomio 6:4, esa palabra como una unidad compuesta, sino como la unidad absoluta o unicidad. En otras porciones de la Escritura, encontramos que “Ejad” significa unidad absoluta, como en Ezequiel 33:24 que se refiere a Abraham como uno, o Daniel 10:13 que se refiere al arcángel Miguel como uno.



Al leer Isaías 44:8 y 45:22, veremos como se afirma en palabras del Señor mismo:



“No hay Dios sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno”. “yo soy Dios, y no hay más”.



Una profecía mesiánica encontrada en Jeremías, afirmaba que Dios sería semejante a un hombre peregrino. Es cierto que la interpretación puede ser asumida de acuerdo al momento histórico que vivía Israel, pero personalmente creo que va más allá y se refiere al Mesías, precisamente por los términos en que Jeremías lo dice:



“Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción, ¿por qué has de ser como peregrino en la tierra, y como caminante que se aparta para tener la noche? ¿Por qué has de ser como hombre atónito, y como valiente que no puede librar? tú empero estás entre nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros es invocado tu nombre; no nos desampares”. Jeremías 14:8-9.



Jesucristo dijo en Juan 10:30: “Yo y el Padre, UNO SOMOS”. Esto indica que Cristo en cuanto a su Divinidad, no rompe el concepto monoteísta de la Deidad, pero está revelando que en Jesús, el Padre y el Hijo son una unidad, un mismo complemento. Señor y siervo al mismo tiempo, la naturaleza humana revelando la divina, y no una pluralidad de personas como afirman los trinitarios.



En el texto citado aparece el griego neutro “hen”, que denota su unicidad en esencia, pero diferencia en manifestación. Este hecho es corroborado por el mismo Jesús, cuando interrogado por su apóstol Felipe, quien le propone que les muestre al Padre para estar tranquilos y convencidos de que Cristo es el Hijo de Dios, el Señor le responde en Juan 14:8 – 9, lo siguiente:



“Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace queESTOY con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”



Puede usted observar como Jesús usa el pronombre personal afirmativo cuando dice “CUÁNTO HACE QUE ESTOY CON”, lo que indica pues, que Él se presenta así MISMO como EL PADRE.

Esa declaración es la que hace que los judíos se indignen y lo tomen como un blasfemo con la iniciativa de apedrearlo (v. 33), pero Él no se disculpó, ni les dijo que le habían entendido mal. Por el contrario, ya en Juan 8:24 les había dicho abiertamente que Él era el YO SOY de Israel.



Por lo tanto no hay trinidad, no existen tres personas en una substancia, no hay tal distinción en la Deidad.



Lo que hayamos en la Biblia, es que hay un solo Ser que se manifestó en carne, y que en esa manifestación en carne “habita toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9).



Finalizando este estudio, pensemos por un momento qué pueblo, religión o nación puede darnos indicios del Único y Verdadero Dios, sino Israel. Este pueblo fue escogido para ser el testigo colectivo del Señor en el Antiguo Testamento, frente a los pueblos idólatras de aquél entonces. Es precisamente a Israel a quien se le dice: “Oye Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová Uno es”. En hebreo, la expresión usada por Moisés para “OYE”, tiene una connotación muy especial: ¡llama la atención! Es como si dijera ¡Está alerta! ¡No vayas a decir o a pensar más de lo que te voy a decir! Y lo dicho es: “JEHOVÁ NUESTRO DIOS, JEHOVÁ UNO ES”



A este pueblo se le dijo también:



“A ti te fue mostrado, para que supieses que Jehová es Dios, y no hay otro fuera de Él. Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte; y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus palabras de en medio del fuego. Y por cuanto Él amó a tus padres, escogió a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con su presencia y con su gran poder, para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad, como hoy. Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.” (Deuteronomio 4:35-39).



¡Tremendo llamado de atención! Moisés les dice que aunque les parezca difícil de entender, simplemente reduzcan o reflexionen de tal manera en su corazón, para que se den cuenta que Jehová es Dios arriba en el cielo y también abajo en la tierra y que no hay más que un Dios, que no hay otros con Él.



“Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo” (Deuteronomio 32:39).



Finalmente, observe las conclusiones de la Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000.



“El cristianismo es una modalidad de monoteísmo en que la unidad completa de Dios ha sido modificada”. “Aunque la teología cristiana habla de las tres "personas" de la Trinidad, no hay tales personas en el sentido moderno, sino tres modos de ser del mismo y único Dios”.



En consecuencia, el “lenguaje trinitario no escritural como ousia (substancia), homoousia (consubstancial), prosopón (personas), hipóstasis (substancia indivisa), procesiones, logos, etc., todos carecen de respaldo bíblico para tratar de ser aceptados. [Restitución Cristiana, Pág. 121].



Por lo tanto, a Quien se manifestó en carne, al Dios Único, Vivo y Todopoderoso, sea la gloria, la alabanza, el honor y la potencia, desde ahora y por todos los siglos.

 

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