Por el pastor Cohen Gary Reckart

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Hechos 2:38 es el versículo sobre el bautismo, más controvertido de la Biblia. Los trinitarios lo odian y han luchado duramente para modificar el texto o el significado de sus palabras. En él están en juego dos cosas: (1) El nombre que se invoca sobre el converso, y (2) si el bautismo en agua por la fe es esencial para la salvación. 



El bautismo no fue inventado por el hombre y no es una obra creada por el hombre (vea por ejemplo Juan 1:33, donde Juan el Bautista dice -"el que me envió a bautizar"-. Por lo tanto, es de Dios.  El tema aquí, es: ¿Cuál fue el propósito de Dios en el bautismo? Si el propósito fue que nosotros demostráramos la fe en el Mesías, en su obra en el Calvario y en su resurrección ¿Cómo pueden los hombres negar la santidad y necesidad del bautismo?  Sólo a través de este acto de fe, una persona ha resucitado con Cristo a una nueva vida (Romanos 6:4).  Una persona no ha resucitado con Cristo, si no ha sido bautizada por la fe.  El bautismo es un acto de fe y es un requisito esencial para la salvación. "El que creyere y fuere bautizado, será salvo" (Marcos 16:16). 



Hechos 2:38 es la obediencia de Pedro, al mandato de Cristo encontrado en Lucas 24:47-49. El bautismo en el nombre de Jesús, fue la única fórmula bautismal utilizada por la Iglesia del libro de los Hechos (Hechos 2:38, Hechos 8:16, Hechos 10:48, Hechos 19:5, Hechos 22. 16, Colosenses 3:17, Efesios 4:5, Santiago 2.7). No existe algún registro bíblico que indique que alguna vez se invocaron los títulos sobre alguien que fue bautizado. No existe ningún registro bíblico sobre el uso de alguna fórmula trinitaria. Solo la gente que no le cree a la Palabra de Dios, se atreve a decir que Pedro se equivocó.   



Tras un examen minucioso, veremos que Romanos capítulo 6 enseña la regeneración (el nuevo nacimiento) en el bautismo.  Cuando los trinitarios son derrotados en la fórmula bautismal al ser incapaces de demostrar por la Biblia que alguien fue bautizado mientras se le repitieron literalmente los títulos “Padre, Hijo y Espíritu Santo”, entonces ellos pasan a decir que el bautismo no es esencial para la salvación por fe, y atacan el concepto de regeneración bíblico.  Pero Romanos 6 los deja sin salida. Los que son bautizados se identifican con la muerte de Cristo, y cuando son levantados de entre las aguas, en la semejanza de la resurrección de Cristo, son regenerados viniendo a una vida nueva en Cristo.  Si esto no fuera cierto, entonces no sería esencial el ser sepultados con Cristo en el bautismo y no sería esencial la semejanza que se plantea con su resurrección.  Pero preguntémonos ¿La regeneración bautismal es una verdad bíblica?  Echemos un vistazo a Tito 3:5. 



"nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo"



Del léxico de Strong con números de referencia, tenemos la siguiente información sobre las palabras griegas que usa la Biblia y que están ligadas con el concepto de regeneración: Regeneración: # G3824 paliggenesiapalin = renacimiento (nacido de nuevo), # G3825 palin = de nuevo, una vez más y # G1078 génesis = nacimiento, lugar de nacimiento. 



Regeneración se refiere al segundo nacimiento, que en la Biblia también es llamado nacer del Espíritu (Juan 3:8); nacer de nuevo (1 Pedro 1:23); nacido de Dios (1 Juan 3:9, 4:7, 5:1, 5:4). 



En Tito 3:5, regeneración es lo mismo que renacimiento o nacer de nuevo, según lo encontrado en Juan 3:3-5.  Ahora ¿En dónde hay un lavamiento de la regeneración, sino en las aguas del bautismo como se encuentra en Romanos 6:4-5? 



¿Una persona recibe el lavamiento de la regeneración y la resurrección a una nueva vida en Cristo, solo con decir: “acepto a Jesús en mi corazón”?  ¡No!  ¿Lo recibe diciendo: “acepto al Señor Jesús como mi Salvador personal”? ¡No! 



¿En qué versículo de la Biblia se expone el lavamiento por la sangre de Jesús que nos salva, y que del mismo modo nos habla de la renovación por el Espíritu Santo? Se encuentra exclusivamente en Hechos 2:38 y no se encuentra agrupado en ningún otro texto del Nuevo Testamento.  Es un texto en el que tenemos las dos cosas, y Pablo escribiendo a Tito, le dice que ésta es la forma en que Dios los salvó. Por lo tanto, este lavamiento de la regeneración no es obra del hombre, o Pablo se contradijo. La fe no es obra del hombre, la fe es obra de la Palabra de Dios. “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Romanos 10:17). Hechos 2:38 se encuentra vigente, aún a pesar de los múltiples ataques de los Trinitarios para destruir su mensaje y significado. 



¿Si predicamos el plan de salvación basados en Hechos 2:38, estamos haciendo doctrina de un solo versículo de la Biblia? Ante esto respondemos que el Espíritu Santo, quien es el autor de la Biblia, no tiene que hablar dos veces para que algo sea cierto. El Espíritu Santo habló por medio de Pedro en Hechos 2:38. ¿Entonces por qué resistís al Espíritu Santo? 



No obstante, Hechos 2:38 no es el único versículo que tenemos para el bautismo en el nombre de Jesús. Ya hemos mencionado otros textos como Hechos 8:12, Hechos 10:48 y Hechos 19:5.  Además, hay otros textos que indican que el bautismo es en Cristo y sólo en él, porque al bautizarnos nos identificamos con la muerte de Cristo (Romanos 6:3-5). También está el texto de Efesios 4:5, que dice: “un solo Señor, una sola fe, y un solo bautismo”. Tenemos un montón de versículos para validar el bautismo en el nombre de Jesucristo. Hechos 2:38 es la estrella polar del bautismo apostólico y fue el método practicado por los apóstoles. 



Ahora bien, debe entenderse que Hechos 2:38 enseña la salvación por gracia mediante la fe.  Sin esta comprensión, una persona puede luchar contra este versículo para su propia destrucción. 



El arrepentimiento que es ordenado en este texto, es un acto de fe y de gracia que conducirá a odiar el pecado. 



El bautismo en agua en el nombre de Jesús, que manda a obedecer, es un acto de fe y de gracia, donde se obtiene el perdón de los pecados.  



El bautismo del Espíritu Santo que nos manda a obedecer, se recibe por fe, y por la gracia de Dios a través de este don, obtenemos la vida eterna. 



Existe plena y completa salvación por gracia mediante la fe, en la obediencia de la predicación del apóstol Pedro. 



Cualquier persona que enseña que el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo no es esencial para la salvación, está predicando una doctrina falsa. Cualquiera que enseña que el bautismo en agua de acuerdo con Hechos 2:38 es una obra del hombre y no de la fe, está enseñando una doctrina falsa. Cualquier persona que sostenga que Romanos 6 no enseña la regeneración por medio del bautismo, está enseñando una doctrina falsa. ¿Por qué seguir en pos de las artimañas humanas? ¿Por qué no lleva las palabras del apóstol Pedro a su propio corazón, tal como si hubiera estado presente allí en el día de Pentecostés. 



¿Cuál fue la intención del apóstol Pedro en este texto?  ¿Por qué los hombres tergiversan su intención?  Los hombres compungidos por su pecado, deseando ser salvos, dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 



Cosas que Pedro no dijo: 



 – Pedro no dijo: “nada más bastó lo que Cristo hizo en el Calvario, y ustedes sólo deben creer eso sin hacer nada más”

–  Pedro no dijo: “Solo deben creer con el corazón y confesar con la boca que Jesucristo es el Señor, sin hacer nada más”.

– Pedro no dijo: “Acepten al Señor en su corazón, y no hagan nada más”. 

– Pedro no dijo: “Acepten al Señor como su salvador personal, y no necesitan hacer nada más”. 

– Pedro no dijo: “Acepten al Señor Jesús por la fe, y no tienen que hacer nada más”. 

– Pedro no dijo: “Reciban a Cristo y tengan una relación personal con él, sin hacer nada más”. 

 Pedro no dijo: “vengan como son y crean que han sido salvos, porque Jesús murió por ustedes”

– Pedro no dijo: “vengan y reciban la sagrada comunión, y serán salvos de sus pecados” 

– Pedro no dijo: “levanten la mano para que el predicador los invite hacia adelante, y luego saluden felizmente a todos los miembros de la Iglesia”

– Pedro no dijo: “firmen el libro de registro de la iglesia”.

– Pedro no dijo: “confiesen que ustedes son trinitarios protestantes y serán salvos sin el bautismo en agua”. 

– Pedro no dijo: “confiesen que son miembros de la Iglesia de Cristo y así serán salvos”. 

– Pedro no dijo: “confiesen que son católicos y serán salvos” 

– Pedro no dijo: “Repitan lo que está escrito en una tarjeta, y acéptenlo como su profesión de fe, y serán salvos”. 



Lo que Pedro dijo: 



– Pedro dijo: arrepentíos. 

– Pedro dijo: bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados. 

– Pedro dijo: Reciban el don del Espíritu Santo. 



¿Qué hizo la gente? 



– Tres mil israelitas de las doce tribus se arrepintieron de sus pecados. 

– Pidieron ser bautizados después de que Pedro les predicó. 

– Fueron añadidos a la Iglesia del Nuevo Testamento después de su pacto bautismal. 



¿Cuál era la intención del apóstol Pedro? 



– El estaba siguiendo el mandato de Jesús, de que el arrepentimiento y el perdón de los pecados debía ser predicado por primera vez en Jerusalén (Lucas 24:49). 

– Estaba siendo obediente a la autoridad que le dio las llaves del Reino (Mateo 16:19); 

– Ahora tenía el poder del Espíritu Santo sobre él, para poder presenciar el Evangelio en todo su esplendor (Hechos 1:8). 

– Tenía la intención de que la gente fuera guiada al arrepentimiento por la fe.

– Tenía la intención de que la gente fuera bautizada en agua por la fe en el nombre de Jesucristo, con el fin de que comenzaran a andar en vida nueva.

– Tenía la intención de que todas las personas a las que les predicó, recibieran el don del Espíritu Santo por la fe, y que se añadieran a la Iglesia como creyentes nacidos de nuevo. 



Si el apóstol Pedro no tuvo la intención de todo esto con su predicación, entonces les jugó una broma gigantesca y de muy mal gusto a aquellos tres mil judíos. En efecto, es triste y vergonzoso que los hombres hayan tratado y estén tratando de destruir este primer mensaje del Evangelio, predicado después de que Jesús ascendió. Es lamentable que hayan intentado alterar las palabras de Pedro a fin de destruir por completo toda la fe, toda la gracia, y toda la salvación que viene por Jesucristo, y que figura en Hechos 2:38. 



¿Por qué los trinitarios quieren destruir este versículo? 



– Porque este texto demuestra que su interpretación de Mateo 28:19 es errada. 

– Porque demuestra que el bautismo es en el nombre que Dios ha revelado en el Nuevo Testamento, el cual es Jesucristo.

– Porque demuestra que la fe y la gracia se reciben en el arrepentimiento y el bautismo en agua en el nombre de Jesús.

– Porque de acuerdo con Romanos 6, demuestra la regeneración bautismal de la sepultura de un cuerpo muerto al pecado que es sepultado, para resucitar a una nueva vida en Cristo. 

– Porque demuestra que el bautismo en agua es esencial para la salvación.

– Porque demuestra que las palabras de Marcos 16:16, son verdad. “El que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado".

– Porque demuestra que el bautismo en agua en el nombre de Jesús, fue ordenado por el propio Jesús, y es el nacimiento del agua al que Él se refirió en Juan 3:3-5.

– Porque demuestra que todos los que no han sido bautizados por fe, no pueden recibir la salvación por la sola gracia y por la sola fe, y por lo tanto no son salvos. 



Insto a todos a recibir la Palabra de Dios en Hechos 2:38. No siga las mentiras astutas de los trinitarios, quienes al igual que los musulmanes y los hindúes con sus mentiras y engaños, están enviando las personas al infierno.



Vaya a Hechos 2:38 y mire si usted puede encontrar algún mal en este versículo o en la intención de Pedro. Vea si usted puede encontrar en este versículo cualquier indicio de que los hombres pueden ser salvos sin el arrepentimiento, sin el bautismo en agua en el nombre de Jesucristo, y sin el bautismo del Espíritu Santo.  Vaya a Hechos 2:38, y observe cómo tres mil personas fueron añadidas a la Iglesia.  ¿Si estas fueron las primeras tres mil personas que creyeron al evangelio y fueron añadidas a la Iglesia del Nuevo Testamento después de la ascensión de Cristo, por qué el modelo de salvación debería ser cambiado?  ¡Cuestiónese! Si aquella enseñanza fue lo suficientemente buena para que tres mil personas aceptaran la salvación por fe y fueran añadidas a la Iglesia, ¿por qué le haría daño obedecerla? 



Los trinitarios han propagado la mentira de que seguir al apóstol Pedro en Hechos 2:38 te hará daño.  Han dicho que obedecer Hechos 2:38 no te añadirá a la verdadera iglesia sino a una secta. Han dicho que obedecer Hechos 2:38 te convertirá en alguien poseído por el demonio y te llevará al engaño. Pero tú no debes tener miedo de pensar por fuera del esquema trinitario. ¡Sal de allí! No dejes que los hombres te engañen tan fácilmente. Toma la Palabra de Dios, porque el Espíritu Santo fue quien la inspiró. Cuando el apóstol Pedro mandó a la multitud de judíos a que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo, él estaba hablando por el Espíritu Santo. Cualquier hombre que sostenga que Pedro no estaba hablando por el Espíritu Santo, está siendo usado por el diablo.  Si Pedro habló por el Espíritu Santo, entonces ¿Cuál fue la intención del Espíritu Santo para todos aquellos que escucharon el primer mensaje del Evangelio?



La intención del Espíritu Santo es que la gente fuera salva 



¿Cómo les dijo el Espíritu Santo a las personas (por medio de los labios del apóstol Pedro) que fueran salvas? 



– El Espíritu Santo dijo a través de Pedro que se arrepintieran. 

– El Espíritu Santo dijo a través de Pedro que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados. 

– El Espíritu Santo dijo a través de Pedro que recibieran el don del Espíritu Santo. 



 Ahora, ¿qué vas a hacer? 



¿Seguirás con las mentiras, astucias y tergiversaciones que los trinitarios han utilizado para pervertir la Palabra de Dios? O por el contrario ¿Vas a seguir al apóstol Pedro, a quién se le dieron las llaves del Reino de Dios? Si deseas seguir el modelo bíblico, entonces, debes:



No. 1. Arrepentirte, 

No. 2. Ser bautizado en el nombre del Señor Jesús, 

No. 3. Recibir el don del Espíritu Santo. 



Debes seguir la Palabra de Dios con fe. ¡Hazlo ahora! ¡Hazlo hoy!  No permitas que los hombres te impidan obedecer al Espíritu Santo que habló por medio de Pedro en el día de Pentecostés ¡Ven a las aguas de la sepultura del viejo hombre! ¡Ven a las aguas de la separación! ¡Ven a las aguas de la santidad! ¡Ven al bautismo donde la sangre de Jesús lava tus pecados! Es cierto que el agua no lava los pecados, por eso nunca hemos dicho eso. Pero sí decimos que la sangre de Jesús lava los pecados en el bautismo en agua en el nombre de Jesús.  Si la sangre de Cristo no fuera aplicada en el bautismo en agua, entonces no habría perdón de pecados durante el bautismo en el nombre de Jesús, y el apóstol Pedro le jugó una broma a los tres mil judíos que creyeron a sus palabras en el día de Pentecostés. Pero no fue una broma, fue la más preciosa verdad que aquellas personas pudieron aceptar y obedecer ¡Ven a estas aguas donde la sangre de Cristo te purifica! ¡Ven a estas aguas donde pasarás de muerte a vida! ¡Ven hoy! ¡Ven ahora mismo! ¡No te demores! ¡Tú alma puede salir de la oscuridad y venir a la luz! ¡Sí! ¡Toma el camino de la salvación del Nuevo Testamento que se encuentra en Hechos 2:38! Fue el mismo Señor Jesús quien reveló su gracia por las palabras de Hechos 2:38.

 

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