Por Julio César Clavijo Sierra

 

Es de conocimiento general, que la mayoría de las personas que actualmente se identifican como cristianas, creen en el dios trino. El dogma de la trinidad ha llegado a ser tan popular, que muchos han asumido de manera muy simple, que ese dogma tiene que ser válido porque la mayoría de los que se catalogan como cristianos sirven al tal dios. Ellos piensan que no es posible que tantos se equivoquen, asumiendo erróneamente que la verdad depende del número de personas que apoyan una cierta ideología.
 
Los trinitarios (católico romanos, ortodoxos griegos y protestantes) se encuentran sumergidos en una falacia de opinión, pues apelan al número de adherentes para sostener algo que para ser creído, primero tiene que ser probado de manera objetiva, cosa que es imposible para el dogma incoherente de la trinidad. Ellos también apelan al sofisma de la tradición, diciendo que históricamente la mayoría de los que se han catalogado como cristianos han creído en la trinidad, y por eso quienes se atrevan a ir en contra de la corriente, serían considerados como sectas porque no creen en la trinidad.
 
Pero “lo que hagan otros o lo que hicieran nuestros abuelos, no ofrece ninguna garantía de acierto. Son argucias que se emplean para intentar justificar (mal) una acción, olvidando que las conductas deben apoyarse en sus propios méritos, no en los actos ajenos. Como señala una frecuente recriminación materna: ¿Así que, si otros se tiran por la ventana, tú también te tiras?” [1]
 
Los trinitarios también cometen el error de petitio principii, presumiendo la legitimidad de que existen tres personas en Dios, cuando la Biblia no expone formalmente eso por ninguna parte. Ningún texto bíblico menciona o sistematiza el dogma trinitario, por eso ningún versículo puede ser tomado como premisa de un dogma que primero tiene que ser demostrado por la enseñanza clara de la Escritura, condición que es imposible para el dogma trinitario.
 
Los sucesos registrados en la Santa Escritura, nunca tratan o respaldan alguna conclusión trinitaria sobre Dios, sino que más bien divergen por completo de la teoría trinitaria. Sin embargo, ya que los trinitarios consideran al trinitarismo como un hecho, ellos generalmente ignoran y no tratan nunca con esta cuestión. Ellos no se detienen a reflexionar que ninguna parte de la Biblia declara que exista un Dios en tres personas, o que haya tres personas distintas y un solo Dios verdadero, pero sin embargo, hacen violencia contra los textos bíblicos para obligarlos a que se ajusten a esa teoría. El trinitarismo es culpable de ese error de dogmatismo, es decir, del abuso de identificar a la teoría con los hechos, mientras que los hechos constantemente divergen de la teoría trinitaria.
 
 
Un Ejemplo Práctico
 
En un video publicado en Internet, cierto trinitario distorsiona la enseñanza bíblica de Juan 1:1, que nos habla de Dios y su Palabra, para sostener erróneamente que esa porción de la Escritura habla de dos personas divinas en una relación ‘cara a cara’. Desde el mismo comienzo de su exposición, aquel hombre comete el error de petitio principii al decir: “Dios les bendiga, mi nombre es Luís Carlos Reyes. El propósito de este video es para poder iniciar un discurso con miembros de la doctrina de la Unicidad de Dios, personas que niegan que hay una distinción de personas en la esencia de Dios. Yo como trinitario, creo que sí hay una distinción de personas en la esencia de Dios…” [Énfasis mío] [2]
 
La Biblia argumenta claramente que solo hay un Dios, pero nunca expone la distorsión trinitaria de “un Dios en tres personas”. Sin embargo, es notoria la presuposición de aquel trinitario (Luis Carlos Reyes), al dar por cierto algo que supuestamente está por demostrar. Noten como asume, como si fuera un hecho totalmente comprobado, que hay una pluralidad de personas en Dios, al punto de acusar a los creyentes de la Unicidad de Dios de negar eso. Más bien, lo que aquel hombre debió decir, es que los creyentes en la Unicidad de Dios creemos en un Dios absoluto tal como lo enseña la Santa Escritura, mientras que los trinitarios niegan eso, especulando que hay una distinción de personas en la esencia de Dios.
 
Conforme como avanza el video, aquel hombre cita la frase de Juan 1:1b, que dice: “y la palabra estaba con Dios” y la presenta en griego: “καί ό λόγος ήν πρòς τòν θεόν”, para pasar a decir, que la preposición ‘con’ (Gr. πρòς), indica una pluralidad de personas en Dios. Aquel hombre dice: "reto a mis amigos de la Unicidad (de la doctrina), que investiguen la preposición πρòς. Cuando se usa πρòς en el caso acusativo, significa literalmente ‘cara a cara’ o hacia… Puede ver los libros de gramática de A.T. Robertson. Algún libro que estudié hace muchos años cuando estudié griego. Dice este libro: ‘καί ό λόγος ήν πρòς τòν θεόν’ (Juan 1:1). La idea literal sale bien, dice ‘cara a cara’ con Dios" [Énfasis mío] [3]
 
Noten otra vez la presuposición de que Juan 1:1, habla de dos personas divinas. Toda la disertación trinitaria queda sesgada por esa idea preconcebida. En efecto, πρòς [se pronuncia ‘pros’] usado en el caso acusativo, puede sugerir en varios contextos la idea de una relación ‘cara a cara’, pero para llegar a esa conclusión, es necesario demostrar primero, que se trata de una relación entre dos objetos personales, y no al revés. En otras palabras, “pros puede significar ‘una relación cara a cara’, pero esto sólo se sostendría como verdadero en nuestro pasaje, si se demuestra primero que ‘la palabra’ es otra persona que Theos (Dios). Sin embargo, si en esta frase ‘la palabra’ no se refiere a una persona, ésta todavía significaría ‘con’ pero no ‘en una relación cara a cara’” [4]
 
El problema de la posición de una pluralidad de personas en Dios, es que cae en la falacia del razonamiento circular, pues acepta como premisa algo que tiene por demostrar. El círculo vicioso puede exponerse así:
 
– “¿Cómo sabe usted que Juan 1:1 nos habla de dos personas divinas en la esencia del único Dios?”.
 
– “Porque en varios contextos, el uso de la preposición πρòς, en el caso acusativo, lleva la idea inherente de una relación personal cara a cara”.
 
– “Pero, ¿Cómo sabe usted que ese caso específico aplica al texto bíblico de Juan 1:1?”
 
– “Porque lo que comunica Juan 1:1, ideológica y expresamente, es que hay una distinción de personas en la esencia del único Dios.”
 
– Pero “¿Cómo sabe usted que Juan 1:1 nos habla de dos personas divinas en la esencia del único Dios …etc., etc., etc.”
 
 
Contrarias a las demandas trinitarias, los creyentes en la Unicidad de Dios, dirán basados en las Sagradas Escrituras, “que la ‘palabra’ (Gr. logos) es la expresión del pensamiento, plan, razón, o mente de Dios. Al principio, la palabra estaba con Dios, no como una persona distinta sino como Dios mismo — perteneciendo a Dios tanto como la palabra de un hombre pertenece a ese hombre. En un tiempo, esa palabra se volvería un hombre (Juan 1:14) y su nombre sería Jesús — la imagen misma de la sustancia de Dios (Hebreos 1:3)” [5]
 
El problema trinitario se agrava, cuando examinamos la supuesta relación ‘cara a cara’ que ellos presuponen para especular sobre la trinidad. La exposición trinitaria de un ‘cara a cara’ entre dos personas divinas y distintas, es una grosera exposición de politeísmo. ¿Cómo pueden el “Padre trinitario” y el “logos trinitario” estar literalmente ‘cara a cara’ y aun así constituir una sola Deidad?
 
Al finalizar el video, aquel trinitario continúa con el petitio principii y dice: “Bueno, es todo el tiempo que tengo mis amigos, por favor si me van a responder, respondan a lo que dije, a los puntos gramaticales y lingüísticos. No quiero mil textos que digan que solamente hay un Dios, porque yo creo eso, todo trinitario cree eso, solamente hay un solo Dios, pero el problema queda para los de la doctrina de la Unicidad” [6] [Énfasis mío]
 
En esas declaraciones, se nota otra vez la presuposición de que la Biblia habla de la trinidad y que los trinitarios creen en el monoteísmo bíblico. Aquel trinitario no ha podido entender que la Biblia argumenta claramente que solo hay un Dios, pero nunca expone la distorsión trinitaria de “un Dios en tres personas”. Lo curioso de todo esto, es que aquel hombre acepta que podrían citarse mil textos bíblicos para respaldar la enseñanza de un solo Dios, pero él nunca fue capaz de mostrar si quiera una porción de la Escritura donde se pueda leer que hay “una distinción de personas en la esencia de Dios”, o “un Dios en tres personas”.
 
 
Contradicciones del Dogma Trinitario
 
Es un error craso sostener que hay tres personas distintas en la esencia de Dios, ya que la distinción de ser uno en esencia y tres en personas nunca se presenta en la Biblia, siendo más bien una conclusión amañada por gente que no han querido someterse a la verdad de la Escritura. El hombre inventó al dios trino, pero el dios trino no es el Dios que creó al hombre. La distinción propuesta por la trinidad es una distinción falsa, porque no puede haber menos esencias que personas ni más personas que esencias. La existencia de una persona, implica siempre la existencia de un ser. Una persona es un ser controlado por sí mismo, consciente de sí mismo, e independiente de los demás. Es absolutamente antibíblico decir que hay un solo Dios, y sin embargo, que en Él hay tres personas, siendo cada una de ellas Dios. El trinitarismo es en la praxis, una posición politeísta. Es inútil y no tiene fundamento dividir en «tres» al Dios que es indivisible, uno y único. Además, el término persona es impropio para describir a Dios, y mucho más se agrava al decir: “tres personas distintas”.
 
El trinitarismo es peligrosísimo, porque toma la terminología bíblica, pero la pervierte con expresiones antibíblicas inventadas por el dogma con el fin de engañar a las masas, haciéndoles creer que se apoya en la Biblia y que refleja la verdad bíblica. Por ejemplo, le hace creer a la gente, que cuando ellos leen en la Biblia las referencias a Dios como nuestro Padre, que aquellas porciones se refieren al “padre trinitario” del Credo de Atanasio; o que cuando leen “Hijo de Dios”, que esa expresión se refiere al “hijo trinitario”. Así, impide a la gente encontrar la verdad de la Palabra de Dios, imposibilitándoles conocer el misterio de la piedad (1. Timoteo 3:16, Mateo 1:23), ya que ni entra ni deja entrar a la gente al reino de los cielos.
 
Es totalmente opuesto a la Biblia y a la recta razón, enseñar a los cristianos que existe una trinidad de personas con una sola esencia divina, donde la primera engendra eternamente a la segunda y donde la tercera procede eternamente de las otras dos. “La falsa enseñanza de un Hijo eternamente engendrado es algo absolutamente contradictorio, pues las palabras generación y eternidad son diametralmente opuestas y mutuamente excluyentes. Decir que el Hijo fue generado en la eternidad es un absurdo, y la frase “Hijo eterno” es antibíblica. El término Hijo, lleva intrínseca la idea de un principio, y la idea de generación en el Padre, indica que el Hijo no pudo llegar a ser sin que antes existiera el Padre. Así, combinar Hijo con eternidad es simplemente una necedad.” [7] Además, si decimos que una “persona” procede de otra, o de otras, ¿Cómo podemos atrevernos a decir que la “persona” que procede es eterna? La declaración trinitaria de una supuesta generación de dos divinas personas (el “hijo trinitario” y el “espíritu trinitario”) a partir de una sola persona (el “padre trinitario”) es un mito descarado sin respaldo en la Palabra de Dios. El trinitarismo utiliza de manera caprichosa, expresiones que tergiversan la verdad fundamental de la Palabra de Dios (que sólo hay un Dios indivisible), y entra en contradicción con la inteligencia de los hombres.
 
Ni siquiera los trinitarios más rígidos y más inflexibles han podido llegar a un consenso del modo como las tres personas subsisten en Dios, sin dividir su sustancia, y por consiguiente sin multiplicarla. El dogma trinitario, no ha podido establecer los puntos de la distinción ni la separación, ni la independencia de una persona con las otras dos, aunque intenta hacerlo, pero siempre fracasa en la conclusión. Los trinitarios estudiosos son conscientes de las descomunales limitaciones de la posición que ellos defienden, pero las masas, generalmente ignorantes, lo dan como un hecho así no entiendan nada, y se aferran a ese dogma, porque les han enseñado que no deben preocuparse por los errores y contradicciones de la trinidad, ya que estos se deben a que ésta es un misterio incomprensible.
 
“El mismo San Agustín, después de haber emitido respecto a este asunto muchos razonamientos tan falsos como tenebrosos, tiene que confesar que nada puede decirse sobre esto que resulte inteligible… los teólogos modernos no han puesto más claro el asunto; y en cuanto se les pregunta qué es lo que entienden por «persona», sólo contestan que es una distinción incomprensible que hace distinguir en una naturaleza única en número un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo… la explicación que dan de las palabras «engendrar» y «proceder» no es más satisfactoria que la anterior, porque se reduce a decir que esos verbos marcan las relaciones incomprensibles que median entre las tres personas de la Trinidad… se puede resumir el estado de la cuestión… diciendo que existen en Dios tres distinciones, de las que no tenemos idea alguna, entre las que median ciertas relaciones, de las que tampoco tenemos la menor idea” [8]
 
Toda la teología trinitaria está separada de la autoridad de los apóstoles y los profetas, y no guarda fidelidad a la Palabra de Dios. Los términos inventados por ella, tales como trinidad, engendramiento eterno, procesión eterna, hijo eterno, tres personas divinas, son vacías absolutamente de sentido, porque no tienen a ningún ser real a quien representar, y solo dejan en los adoradores del dios trino, nociones falsas, vagas y oscuras.
 
“El trinitarismo no es una doctrina bíblica y contradice en mucho a la Biblia. Las Escrituras no enseñan una trinidad de personas. La doctrina de la trinidad utiliza una terminología que no es usada en la Escritura. Enseña y enfatiza la pluralidad en la Deidad mientras que la Biblia enfatiza la Unicidad de Dios. Quita valor de la plenitud de la Deidad de Jesucristo. Contradice muchos versículos específicos de la Escritura. No es lógica. Nadie puede comprenderla ni explicarla racionalmente, ni siquiera los que la defienden. En síntesis, el trinitarismo es una doctrina que no pertenece al cristianismo.” [9]
 
 
Referencias:
 
[1] Ricardo García Damborenea. “Diccionario de Falacias” pág 80. 
http://www.usoderazon.com/ http://perso.wanadoo.es/usoderazonweb/html/conten/arca/ARCAPDFCOMPLETO.pdf
[2] Luis Carlos Reyes. Video "Unicidad Trinidad Juan 1:1". 
http://es.youtube.com/watch?v=D49HwfMV0jQ
[3] Ídem
[4] William Arnold III. Articulo “En el Principio era la Palabra”. Versión en línea http://www.apostolic.net/biblicalstudies/logos.htm
[5] James Anderson. Juan 1:1 “con Dios” y Pros. Megapágina Pentecostales del Nombre de Jesucristo. http://www.pentecostalesdelnombre.com/con_Dios.pdf
[6] Luis Carlos Reyes. Video "Unicidad Trinidad Juan 1:1". 
http://es.youtube.com/watch?v=D49HwfMV0jQ
[7] Julio César Clavijo Sierra. La Trinidad Un Dogma de Errores y Contradicciones. Pág 9. © 2008. Megapágina Pentecostales del Nombre de Jesucristo, 
http://www.pentecostalesdelnombre.com/trini.pdf
[8] Voltaire. Diccionario Filosófico. Antitrinitarios.
http://www.e-torredebabel.com/Biblioteca/Voltaire/antitrinitarios-Diccionario-Filosofico.htm
[9] David K. Bernard. “La Unicidad de Dios” Pág. 282. ©Copyright 1996. Impreso en los Estados Unidos de América por Word Aflame Press
 
 

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